CAPITULO 31

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Danielle

Decimoséptima noche sin verte, Hugo.

Me haces tanta falta...

Estaba sentada en el pequeño sillón perla de mi habitación, con mis piernas encogidas sobre el asiento y asomada a la ventana.

Era incapaz de sacarme a Hugo de la cabeza.

Prácticamente no podía pensar en otra cosa.

Desde ese día en el parque, los días habían pasado más lentos que nunca.

Él había intentado hablar conmigo, pero yo no le dejé.

Lo siento, Hugo.

Lo siento mucho.

Deslicé mi mirada entristecida por el ventanal.

Extraño, lo que vieron mis ojos.

Estiré mis piernas, una a una, apoyándolas en las losas sin poder apartar la vista del exterior.

Julliam estaba en los alrededores de mi casa, montado en un coche y oculto, como quien hace un trato oscuro.

Nada más verlo, salí corriendo.

Necesitaba salir de ahí.

Escapé de la habitación como si esta estuviera a punto de engullirme, me escabullí escaleras abajo y abandoné la casa, dejando la puerta abierta.

Mis piernas se armaron de una agilidad insospechada y mi cuerpo se balanceó llevándolo a límites inimaginables.

Una zancada tras otra, era todo cuanto era.

Por primera vez, estaba huyendo.

Mis brazos tiraban de mí más de lo que podían, avanzando sin sentido como si alguien me persiguiera.

El viento en contra, pero mis pies no se cansaron.

Tenía clavada la imagen de Julliam en mis sienes.

Mi camino se dibujó bajo mis pies como si no existiese ningún otro, hasta que llegué a Closer.

Me paralicé contemplando el edificio y meditando conmigo misma, no sabía por qué estaba allí.

Me colé en la discoteca aprovechando que los gorilas estaban despistados con un grupito que estaba dando problemas y busqué esconderme entre la gente, como si eso pudiera salvarme.

Me sentí segura hasta que vi entrar a Julliam, acompañado por otro tipo que no sabía quién era.

Mis ojos se abrieron, como quien ve una estampida dirigirse en su dirección.

Me abrí paso entre el bullicio, colándome entre todas esas personas que bailaban y saltaban alzando sus copas, mientras cantaban a voces esa canción.

Minuto 0:25

♫ Es como andar navegando a ciegas.
Eres una fantasma y no dejas que te vea ♫

Necesitaba refugiarme en lo que sentí como mi hogar.

Me dirigía a la misma puerta donde le conocí.

Todo por amor (+18)© ✔️ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora