CAPITULO 54

234 42 127
                                    

Ey! 😊

Solo decirles que espero que no les explote la cabeza con este capítulo.

Todos los mortales quedan avisados.

Voten, comenten, compartan pero sobre todo, disfruten.

Nos leemos pronto <3

.


León

Casi media noche y un helor congelante, de esos que calan hasta el hueso, acompañaba a las estrellas.

Hacía un frío del demonio, pero eso no iba a impedirme ninguna cosa.

Fui al restaurante de Mike, centrado en una única idea.

¿Negocios?

Tal vez.

Nuestras reuniones casi siempre significaban eso, pero esta vez nadie se esperaba verme aparecer.

Aparqué el Lamborghini en la mismísima puerta.

Quería verle. YA. Y debía de ser allí.

Me presenté sin avisar, consciente de que no estaría pero también sabiendo que ahora aperecería pronto, muy pronto.

Todo se resuelve si tienes tiempo, o eso dicen, porque yo estaba harto de perderlo.

Aterricé mis zapatos sobre esa zona lujosamente enlosada, me acomodé la chaqueta al cuerpo con una ligera sacudida y entré decidido por esa puerta que parecía abrirse sola.

Ese traje de pingüino fue lo primero que vi.

Siempre vestía igual.

A mí no me gustaba. Demasiado repipi.

—Avísale —ordené al chico, sin frenar mi avance.

Acostumbraba a ponerse nerviosito con solo una mirada mía.

Era pedante, pero hacia bien su función.

La mano derecha de Mike.

Vulgarmente, el relaciones públicas de ese antro, pero ese tipo era sus ojos allí dentro.

Le decía todo lo que Mike necesitaba saber.

Nadie podía entrar o salir sin que este tío no lo supiera.

Y por ende, todo llegaba a sus oídos.

No esperé ni a recibir respuesta, sabía que saldría zarpando de ahí a hacer su trabajo de chismoso.

Eso es.

Dile a Mike que se avecinan problemas en su paraíso.

Fui directo al despacho que utilizaba como descansillo para las visitas de su otro negocio.

El que de verdad importaba estaba bajo tierra, tras esa puerta oculta.

Nadie se atrevió a pararme.

Recorrí todo ese trecho, más parecido a un laberinto que a un restaurante. Había demasiado que esconder y Mike se había coronado hacía ya bastante tiempo en eso.

Recorté ese camino bien iluminado con pequeños focos de luz blanca que  decoraban el techo.

Unos pasos más y la protagonista era ahora una claridad tenue, muy debilitada.

Todo por amor (+18)© ✔️ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora