• I love your VOICE and your MOANS •

𝅘𝅥.

Y yo pase las siguientes dos semanas embobado con Yoongi, haciendo tontería y media, follando, comiendo, cantando, todo, mientras mis compañeros solo hacían una cosa: Mirar la pizarra principal de anuncios.

— Debo decir que me ha sido decepcionante no ver tu nombre en la pizzara. — Jin dijo aquello mientras tomaba un trozo de pizza con pimientos y champiñones, sirviendo lo en su plato.

Yo no suelo invitar amigos a mi casa, a no ser que sea Taehyung, pero mi madre quería conocer a mi "novia" y a mi amigo de la escuela de música, y bueno, aquí estábamos todos, reunidos en la sala de televisión, comiendo pizza y mirando una película antes de que llegara mi padre para presentarlos.

— Realmente no me interesan los concursos. — respondí, colocando un poco de chile ají en mi trozo de pizza.

— Oh, vamos Jimin, habría sido divertido. ¿Al menos nos acompañarás a Jin y a mi a las audiciones, ¿Verdad? — Eunha había dicho aquello con una sonrisa en el rostro a un costado mío, sentada en el sofá.

— Claro que lo haré. No me lo perdería por nada del mundo.

— Ah, claro, y no tiene nada que ver con que Yoongi esté en las audiciones tocando el piano, para nada. — Jin bromeó de inmediato mientras todos reíamos, porque era cierto.

— Hablando de Yoongi, ¿Él no te ha dicho nada respecto a que no vas a audicionar? — EunHa preguntó y todos nos quedamos callados, yo no había hablado con Yoongi desde que se quitaron las hojas de inscripción de la pizarra.

Y el resto no importó realmente, mis padres emocionados con un chica que pensaban que era mi novia pero en realidad se deleitaban de lo mejor con las fotos que me tomaba con Yoongi o mi amigo que de hecho sabía que mi profesor y yo teníamos una relación secreta, pero para ellos eran lo mejor del mundo.

Pero lo que sí importo, fue el día siguiente, cuando mis compañeros habían salido del salón de clase y me había quedado sentado en la primera fila de pupitres justo frente al escritorio de Yoongi. Ahí sí que importaba la pregunta de EunHa.

— Puedo preguntar, ¿Por qué? — Yoongi dijo mientras me miraba por encima de sus gafas, sin dejar de revisar los papeles que tenía en frente.

— ¿Por qué, qué, papi? — Yo sabía exactamente a qué se refería, pero me gustaba fingir demencia para evitar contestar.

— ¿Por qué no haz escrito tu nombre en las audiciones? — Dijo, con ese tono de voz serio y aburrido que normalmente usa cuando está molesto.

— No me he sentido listo para ello. — Respondí igual de serio, sin dejar de mirarle pasar y repasar las hojas en sus manos.

— Mira, cariño, yo no te voy a obligar a nada nunca, — Dijo dejando los papeles en la mesa y levantandose de su lugar para caminar hasta mi.— y dejando a un lado que está era una sorpresa para ti en la que yo trabajé demasiado, — Yoongi se acunclillo frente mío, dejando nuestros rostros cerca y picar la punta de mi nariz.— de nada sirve que yo ponga toda mi confianza en ti y en esa increíble voz que posees, si tú no vas a creer en ti.

Entonces yo le mire atónito y parpadee un par de veces al verlo alejarse de mí, tomando los papeles y guardando los en un portafolios.

— ¿Al menos vas a acompañarme, no? — preguntó mirandome de reojo, mientras sonreía de medio lado. Yo asentí con mi cabeza emocionado y me dispuse a tomar mi bolso emocionado.

Hoy no podría ir a casa con mi papi, pero él había prometido llevarme al centro comercial por la tarde noche, comer un helado y comprarme mi bolso de chanel que tenía pidiéndole desde hacía un mes.