Los fetiches siempre han sido algo de lo que la gente huye al hablar.
Yo lo sé, y también sé que muchos ni siquiera saben que los padecen y prefieren catalogarse como personas locas o enfermas. Pero es simplemente que a la gente le asusta qué les gusta, cómo les gusta o cuándo les gusta.
Yo nunca me asusté de mi.
— ¿Qué tienes? — Pregunté aquella tarde mientras subía a mi auto, Jimin venía a un costado mío, con una expresión difícil de decifrar.
— No es nada, papi. — Él dijo de manera dulce.
Jimin es fácil de decifrar, él siempre ha sido fácil de decifrar. Cuando lo conocí supe dos cosas: 1. Tenía una voz maravillosa y 2. Yo no quería solo escucharlo cantar, yo quería hacerlo gemir debajo de mi cuerpo y que me cantarse todas las mañanas por el resto de mi vida.
El destino nos coloca en los lugares indicados, y en este punto de mi vida, yo sé que no fue casualidad que Hoseok no pudiera realizar la audición, tampoco que Jimin llegara 5 minutos tarde ni tampoco que hubiera aceptado estar conmigo a pesar de todo.
Cuando era más joven nunca tuve la intensión de salir con personas más grandes que yo, ni siquiera con las personas de mi edad. Nunca despertaron un interés en mi, ni sexual ni emocional. Lo encontraba burdo, uno casi siempre tenía un tema de conversación similar, pero no había un aprendizaje, ellos no me enseñaban nada.
En cambio Jimin me enseñaba un montón de cosas. Incluso aquellas que se supone yo ya debía saber por mi edad.
— Not really sure how to feel about it, something in the way you move — Jimin comenzó a cantar a un costado mío dentro del automóvil, a la par de la canción que se reproducía.
Él constantemente hace eso. No me tomo tiempo decifrar que él prefiere cantar en lugares cerrados como el auto, la ducha o mi departamento. Y cuando lo hace, puede alcanzar notas increíbles, notas que, en definitiva, no alcanza con sus compañeros en clase.
Cuando le ofrecí clases particulares, yo sabía que no demoraría casi nada en alcanzar a sus compañeros de clase. Él nació con el talento inato de cantar, así que solo hay que guiarlo, y sobretodo hacerlo confiar para que se desenvuelva. Me resulta grato ser uno de sus proveedores de confianza.
— Something in the way you move, makes me feel I can't live without you.
Era sumamente dulce la manera en que acariciaba mi cabello mientras manejaba, casi siempre esperaba a la luz roja para hacer aquello, pero ahora lo hizo justo unos segundos antes, y cuando paré, pude verlo a los ojos mientras cantaba.
— It's not much of a life you're living.
Le respondí cantando. Yo no soy un experto haciéndolo, y mi especialidad es otra. Nunca me interesó realmente el canto, pero tampoco es como si fuera terriblemente malo.
Jimin es mi proveedor de confianza.
— Entonces ¿qué vas a querer de merienda? — Pregunté con una sonrisa en mis labios.
Ahora Jimin estaba dentro de la bañera, completamente desnudo mientras yo tallaba sus cabellos con mis manos. Tenía la camisa remangada por encima de los codos y estaba sentado en un bonito asiento de madera pequeño, de esos que ocupan los niños para treparse hasta el lavabo y lavar sus dientes, tenía un montón de pollitos dibujos y sí, era amarillo. Estar así me permitía quedar a la altura de Jimin y era mucho más fácil ducnarlo.
— Leche de fresa está bien, papi. — Respondió mientras jugaba con un par de patitos de hule que tenía en el cuarto de baño. Solía sumergir los y volver a sacarlos, a veces se daban besitos.— Papi.
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• I love your VOICE and your MOANS •
FanfictionDos padres homofóbicos. Un hijo homosexual. Y un profesor bastante sexy. 📚🎼 • La idea base es una confesión de una app, sin embargo la trama y los personajes son parte de mi autoría. • Lenguaje explícito. 🔞 • Contenido sexual presente. 🔞 • Y...