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— ¡Park Jimin!

Y a diferencia de todas las veces que mi madre ha gritado mi nombre enfadada, esa había sido una de las más dulces y emocionantes.

Yo casi pegue un grito del susto, mientras bajaba por las escaleras la mañana siguiente a las audiciones y a mi casi sexo con mi papi en su auto.

Tuve que sujetar con fuerza mi móvil en donde, claro, hablaba con el susodicho.

— Felicidades hijo mío.

Mis padres estaban estaban el recibidor justo a los pies de la escalera, con un enorme ramo de peonias blancas y un montón de decoración dorada, un montonal de globos y un cartel colgante con mi nombre y la leyenda "felicidades". Toda esa decoración hacía un camino hasta la sala.continua en el comedor. Y no sólo estaban los padres, también todos los trabajadores de la casa, o bueno, la mayoría.

Esto si que es extraño, porque mis padres no suelen pasar demasiado tiempo en casa y menos juntos.

— ¿Qué es todo esto? — Pregunté cuando terminé de bajar las escaleras y mi madre me abrazo con delicadeza.

— Oh cariño, eres un modesto. La directora le ha llamado a tu padre ayer. ¿Por qué no nos haz dicho que audicionaste para el concurso nacional? — Mi madre me soltó soltó el abrazo con una sonrisa y entonces...

Mi padre me abrazo.

— Felicidades, hijo. Ya era hora de que dejaras salir el talento y llegaras lejos.

¿Este es el mismo hombre que me decía que estudiaría música como pasatiempo porque me quedaría con la empresa? Sí, lo es.

Y por primera vez en mi vida, algo dentro mío se removió. Sentí que mis padres estaban orgullosos de mi, incluso si ni siquiera había ganado un concurso y solo había quedado seleccionado.

Y ese es el recuerdo que tengo de ese día, porque después solo me sentí confiado el resto de los dos meses hasta que llego la víspera del viaje tan esperado para ir al concurso en representación de la escuela. Este año se llevará a acabo en Jeju, la isla hermosa y tropical que tenemos en nuestras costas y por ende, había que treparnos a un avión para llegar al destino.

Yo nunca me he subido a un avión comercial, siempre ha sido en el avión privado de mi padre, pero la idea me encanta.

Ahg, que injusto, en verdad deseo ir a verte. — Taehyung dijo desesperado al otro lado de la línea telefónica.

— Pasarán el concurso en la televisión nacional, creo que podrás verme. — Dije antes de soltar una risa sutil y doblar una de mis camisas con cuidado para introducirla en mi maleta de viaje.

El concurso solo sería un par de días, pero aún así, habíamos decidido pasar un buen rato relajado en Jeju, no solo Yoongi y yo, mis compañeros y la directora también.

No es eso. Lo sabes, quiero ir, estar ahí, gritarte en las gradas y sobre todo ser quien festejar cuando ganes. — Taehyung volvió a decir y yo sonreí.

— Te llevo conmigo, tanto. — Dije mientras sonreía aún, tomando la libreta que Taehyung me había regalado, esa que tenemos a juego.

¿Llevas tu libreta? — Preguntó. Y yo sabía que lo había preguntado sonriendo.

— Lo hago, tanto. Vas conmigo, te llevo en mi corazón. — Dije de nuevo antes de introducirla en mi bolso de mano que llevaría en la parte de arriba del avión.

Ah, no te pongas tan sentimental o lloraré. — Dijo antes de soltarse a reir conmigo.— ¿Y si me voy con tus padres?

Mis padres si irían a verme, estarían todo lo que duraría el concurso en Jeju, y posiblemente otros días más aún cuando yo volviera a casa, porque yo iba de viaje con la escuela, nada familiar, así que yo volvía, pero ellos se podían quedar pasando una especie de luna de miel juntos. Como siempre.

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