𝅘𝅥

2.8K 297 193
                                    

— No abras los ojos aún.

Dijo Yoongi como por millonésima vez.

Desde que yo había abierto la puerta del auto, Yoongi no había parado de decirme: "Cuando lleguemos, no abras los ojos.", "Es una sorpresa increíble, y sé que te encantará.", "No vayas a abrir tus ojos, chiquito." Y cuando Yoongi me llama "chiquito" yo no puedo negarme a absolutamente nada, y mantener mis ojos cerrados para una buena sorpresa, era un placer.

— ¿Prefieres que te lleve en brazos o solo te tomó de las manos? — Preguntó de manera dulce. Aún estábamos en el auto, y aunque fuese unas cuadras atrás yo había cerrado los ojos, podía sentir sus manos acariciando mi rostro y acomodando mi cabello.

— Las manos están bien, papi, además... Traigo falda, no queremos que sea un problema. — Dije mientras recargaba mi mejilla en la palma de su mano.

Y así fue como sucedió.

Existen pocas personas en las que puedo confiar tanto como para cerrar los ojos y tirarme al vacío, Yoongi es una de esas, así que no me resultó problemático abrazarle, dejar que me levantará del suelo cuando había un escalón y guiarme mientras caminaba hacia atrás.

Pude sentir que nos adentramos en algún lugar, y que no era nada ruidoso. La curiosidad me estaba comiendo por dentro, pero al mismo tiempo depositaba toda mi confianza en Yoongi y en qué la cita que había preparado era increíble. Sabía que lo sería, lo presentía, porque Yoongi tenía su mirada llena de ilusión y emoción, me hacía sentir amado y confiaba que había tomado toda la dedicación para está increíble noche de cita.

Caminé y caminé por unos instantes más, mientras Yoongi me sostenía con fuerza por la cintura mientras yo daba mis pasos hacia atrás. Aún estaba abrazado a su cuello, y yo sonreía porque no importaba a dónde me llevará, me haría feliz.

— Ya casi, espera, espera, chiquito, dame solo un segundo. — Yoongi se separó ligeramente de mí, buscaba algo en sus pantalones, no tenía idea de que, pero esto me seguía llenando de curiosidad el corazón y de mariposas el estómago. Escuché una cerradura abrirse, y la última vez que yo había abierto una puerta con Yoongi se había transformado en una habitación increíble para mí dentro de su departamento. — Listo, puedes abrirlos, cariño.

Yoongi besó mi mejilla y yo sonreí amplio antes de abrir por ojos. Ambos nos encontrábamos de pie frente a la puerta abierta de un cubiculo de Karaoke. Dentro de la habitación habían dos sofás bastante amplios, un par de micrófonos y una pantalla enorme en donde se encontraba el teclado y podías buscar un montón de canciones.

Normalmente cantaba con Taehyung en mi casa, o en su casa, pero a pesar de que me encantaba cantar, hacerlo en público nunca me fue llamativo, hasta que entre a la escuela de música, aunque ahora el tiempo de Taehyung era reducido debido a la universidad y Jin no era de ese tipo de amigos. Así que esto era llamativo, realmente llamativo para mí.

— ¿Te gusta? ¿Lo esperabas...? — Yoongi preguntó pero yo solo me giré emocionado a besar sus labios de manera rápida y corrí dentro de la habitación.

— ¡Me encanta! Ven, ven, papi, ven.

Una vez que estuve dentro, tomé uno de los micrófonos para buscar encenderlo y le extendí la mano, para llamarlo. La luz dentro era tenue, sumamente tenue y únicamente era iluminado por luces de colores neón y la pantalla, no importaba realmente, porque podíamos vernos con solo esas simples luces. Yoongi se adentro en la habitación, cerrando la puerta detrás suyo y caminando hasta donde estaba uno de los sillones más amplios frente a la pantalla. Sin pensarlo, me tomó de las caderas y me sentó en sus piernas, acomodando mi falda ligeramente más arriba de mis muslos de lo que naturalmente quedaba.

• I love your VOICE and your MOANS •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora