𝐘 𝐄 𝐀 𝐑

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— Joder, Jiminnie.

Yoongi dijo a penas me vio bajar por las escaleras y aparecer por el pasillo principal hasta detener mis pasos en la entrada de la sala de estar. Casi de inmediato se puso de pie para llegar a mi y abrazarme por la cintura. Pego su cuerpo al mío y acercó sus labios con una sonrisa y yo no pude resistirme. Tome sus mejillas con cuidado y junte nuestros labios, yo también sonreía.

Lo había extrañado tantísimo, los besos, sus labios, la manera en la que me acariciaba la cintura cuando me besaba.

Este era un beso tierno, como si fuera el primer beso de un par de adolescentes enamorados en la escuela media. Tan tímido y cuidadoso, sumamente romántico y delicado, y me gustaba cuando Yoongi me besaba así.

— Cuando te dije que te pusieras algo sensual, no pensé que irías tan jodidamente hermoso. — Yoongi había recargado su mentón en mi hombro, manteniendo su cuerpo a mi costado y ocultando su rostro en la curvatura de mi cuello.— Menos mal que eres mío, mi novio. — Repitió dejando un pequeño beso detrás de mi oreja, haciéndome sonrojar.

Había esperado mucho tiempo, y consideraba que debía esperar a una ocasión especial para poder usarlo, está era esa ocasión. Estaba usando ese bonito suéter de color rosado, cuello redondo, tan suave al tacto y corto en su longitud. Me había colocado una camisa más ajustada a mi cuerpo y de color marfil, el cuello alto me mantenía caliente dentro del ambiente típico y helado de invierno. Mis pantalones ajustados eran de cuero falso, brillaban hermoso y relucian con la camisa dentro y el suéter contrastando debido al tiro alto de mis pantalones. Mi botines también hacian juego y el color a juego con mi camisa, yo me sentía todo un ángel vestido y tratado así.

— Basta ya, papi. — Dije de nuevo mientras dejaba que siguiera besando mi oreja y después mis mejillas.

— "Basta, basta, basta." Es tu culpa, me haz dejado demasiados días sin ti, bombón. — Indiscutiblemente sonreí como un tonto después de eso. Dí un pequeño respingo en cuanto Yoongi presionó uno de mis glúteos con su mano.— Por favor dime qué estás usando las bragas de la foto que pusiste en instagram. — Susurró bajo contra mi oído, y yo suspiré.

Esta era ni oportunidad de volverme tan caliente y sensual como antes, si es que deseaba hacerlo. 

— Son aún mejores, papi. — Y le sonreí coqueto.— Pero no podrás verlas hasta después, andando. — Le guiñé el ojo y tome su mano para caminar con él hasta salir de casa.

Debo admitir que era realmente romántico y me gustaba, me gustaba tomarle de la mano mientras manejaba, que me besara los nudillos en las luces rojas y que ambos sonrieramos de vez en cuando. Yoongi a veces me apretaba los muslos con una de sus manos y otras los acariciaba con delicadeza por encima de mi pantalón ajustado y eso me gustaba.

Para cuando llegamos, estábamos en el departamento de Hoseok, lo sabía porque Yoongi lo dijo antes de bajar del auto, y todo se encontraba adornado por completo en dorado. Los adornos, las sillas, los cubiertos, el mantel, todo. Daba una apariencia hermosa de elegancia y perfección a todo el ambiente. Esta vez no existía un código de vestimenta, porque definitivamente el traje negro de Yoongi con mi ropa no tenía ningin hilo más que el color de nuestros pantalones.

— Ay, por dios, Jimin. — Taehyung me abrazo a penas me miro cerca. Dejó su copa de vino blanco y con ambos brazos rodeo mi cuerpo, apretándome entre estos hasta incluso aspirar mi aroma. Yo sentía que dejaría de respirar si seguía abrazándome con tanta fuerza.— Creí que no vendrías, te extrañe tanto, te extrañe tanto... Pero sabía que Yoongi iba a traerte.

Yo acaricie su espalda en el abrazo y sonreí por la calidez.

— Lo siento, lo siento tanto. — Dije, volviendo a abrazarme con fuerza a él.

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