Todo esto debe de ser obra de las cadenas que me llegaron por correo cuando tenía trece años y no las reenvié en mi vago intento por creer que era mentira pero ahora eran años acumulados de mala suerte.Eran las nueve con treinta y dos minutos y yo recién había logrado ubicar el maldito edifico C. Para empezar, ¿Por qué mierda tiene tanto edificios y no siguen el orden correcto del alfabeto? El edificio C debería estar detrás del B, no entre el F y la H. Subí a zancadas las escaleras, porque esperar el elevador no era viable más. Tenía una sola oportunidad y no podía ser desperdiciada, pero aquí estaba de nuevo, dos minutos tarde que no podía hacer que se volvieran cinco de nueva cuenta.
La tarde del viernes no pude dejar de sonreír, tampoco lo que resto del fin de semana, estaba feliz, plena y realmente feliz de haber sido aceptado en la academia de música. Cada parte de mi ser vibraba y se removía con emoción en mi interior de solo pensar la magnífica oportunidad que tenía frente mío. Durante la fiesta fue de lo único que hablaba, ya fuera con Taehyung o cualquiera de los chicos y chicas realmente apuestos que se acercaban a entablar un intento de conversación conmigo. Ni siquiera preste atención a Jackson cuando este, en realidad si estaba interesado en mi. Es que yo estuve flotando en las nubes por esos tres días, incluso ahora. Tanto, que olvide la hora.
Y como si tuviera un gato calicó en el bolsillo de mis pantalones, asomé mi cabeza por la puerta de entrada del salón. Eran solo otros diez alumnos, mientras existían unos treinta escritorios. No existían instrumentos musicales, eran solo bancos, mesas, el escritorio, los pizarrones y... él.
Volví a quedarme paralizado en cuanto le miré de espaldas mientras escribía no se que tanto más en el pizarrón en donde se encontraban las líneas de un pentagrama. La manera perfecta en la que acomodaba sus lentes con la mano izquierda y con la diestra seguía escribiendo, me estaba volviendo loco.
Me adentre de la manera más silenciosa que pude, un par de compañeros se giraron a mirarme mientras yo cuidaba por no hacer ruido y llegar hasta alguna de las bancas de la parte de atrás. Un chico de cabellos negros y unos labios pomposos me sonrió, deduje que eso era una invitación a sentarme a su lado.
Entre contener la respiración y dar pasos sumamente cuidadosos llegué al pupitre a su costado izquierdo y me senté con el mismo cuidado con el que había realizado todo lo anterior.
— Kim Seok-Jin. —Se presentó de manera realmente agradable, mientras me extendía la mano.
En definitiva yo no estaba esperando hacer amigos. En realidad, hacer amigos no me esperaba a mi, esa era toda la verdad. Nunca había sido bueno generando amistades, ni tampoco manteniéndolas a excepción de Taehyung, entonces un pequeño miedo me invadió a querer corresponder su saludo. Pero, ¿A quien engañaba? En verdad que quería más amigos.
— Park Jimin.
Ojalá esa hubiera sido mi voz presentándome, pero no tuve tiempo de si quiera separar mis labios para hablar cuando el profesor ya había dicho mi nombre.
Ni siquiera éramos tantos alumnos y todos se voltearon a verme, de manera sorpresiva y... ¡Con un demonio, Park es un apellido común!
Seok-Jin aún me miraba con una sonrisa en los labios, recargando su mejilla en su mano y, al parecer, intentando contener la risa.
— Y-Yo... —Había intentado hablar, mientras me ponía de pie y mi respiración se agitaba levemente.
— Cuatro minutos tarde. —Para ese entonces, el profesor ya había girado su cuerpo, no escribía más en el pizarrón y ahora se había detenido a intercalar miradas entre el reloj en su mano y yo.— ¿Recuerda lo que dije?
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• I love your VOICE and your MOANS •
FanfictionDos padres homofóbicos. Un hijo homosexual. Y un profesor bastante sexy. 📚🎼 • La idea base es una confesión de una app, sin embargo la trama y los personajes son parte de mi autoría. • Lenguaje explícito. 🔞 • Contenido sexual presente. 🔞 • Y...