𝐉 𝐎́ 𝐍 𝐈 𝐂 𝐎

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— No es su estilo. — Min dijo aquello en el aula, mientras yo permanecían de pie detrás suyo, con las manos al frente de mi cuerpo y con la espalda recta mientras sonreía.

— Bueno, Yoon, es lo único que tengo para ofrecer, ¿Bien? — Hoseok respondió con una sonrisa por igual mientras se recargaba en el piano de cola del aula, mirando la expresión de Yoongi.

Para nuestra suerte, el encargado de repartir las actividades de los eventos finales, como el festival de fin de curso en el que yo, tenía que tener una presentación estelar.

Al parecer la chica encargada de una de las presentaciones del estilo country no podría presentarse debido a un problema familiar que la haría volver antes de lo esperado a su ciudad natal. Yo no podía quejarme, en realidad ya mucho había exigido yo con un papel estelar siendo de primer año. Pero parecía ser, que mi papi no estaba tan feliz con ello.

— Vamos Yoon tómalo o déjalo, es lo único que puedo ofrecer. — Hoseok volvía a decir mientras acomodaba sus cabellos rojos detrás de su oído.

— Es in...

— Está bien. Me parece bien. — Interrumpir a Min con una sonrisa en mis labios y una pequeña reverencia hacia el maestro Hoseok.

— ¿Ves Yoon? Jimin está bien con eso, y por la entonación, puede tener una voz soporte, que puedo proveerá y así no fallara. Relájate. — Hoseok tenía toda la razón y yo no podía pedir más no me sentía con ese derecho.

— No voy a prometerte nada, porque no es estilo de Jimin y su voz no la eduque para ello. — Min era así, terco cuando lo quería, y ahora besarlo para que relajara su cuerpo no era una opción.

— No tienes que hacerlo, en realidad, ustedes son quienes necesitan este favor. — Hoseok paso a un costado de Yoongi y paso si hombro. Cuando cruzó mi costado hizo una pequeña reverencia que yo devolví, y entonces se dispuso a ir a la salida.— Suerte trabajando en ella. — Dijo antes de salir.

Mire a Yoongi y Yoongi me miró. Era difícil leer aquella mirada por más que quisiera. Estaba preocupado, pero esperanzado a la vez. Yo creo que confiaba tanto en mi que no podía solo preocuparse, pero a la vez, estaba asustado por el estilo de la canción que de lejos se apoyaba en mi.

Abrí mis labios, para hablar. Agradecerle y decir que todo estaría bien, sin embargo, me quedé en un intento cuando escuché a mis compañeros comenzar a adentrarse al aula, la clase estaba por comenzar.

Internamente yo también tenía un poco de miedo, porque a pesar de haber cantado gran parte de mi vida, recién comenzaba a educar mi voz, y aunque debo admitir que es muy dócil y suele fluir con cada orden que le doy, intentar algo así de nuevo, en poco tiempo, es aterránte.

Pero no había vuelta atrás. No podía darme por vencido, exponerme ante mi padre como un mentiroso y dejar de pasar tiempo con Yoongi, ninguna era una opción.

Para distraer mi mente, pensaba en lo orgullosos que se sentirían mis padres después de verme en una presentación al final del semestre. No era algo común de ver, menos en una escuela de tanto prestigio, pero sin duda, buscaba impresionados y después de ello pasar unas buenas vacaciones de invierno con mi familia y Min Yoongi. Sonaba a un plan increíble y no podía fallar para cumplirlo.

No podía dejar que los nervios me consumieran o apoderan de mi, porque soy más que estás situaciones y aún si yo no controlo mi voz en su totalidad, sé que con ayuda de mi profesor podré hacerlo. Aún teníamos un par de semanas para practicar.

— ¿No crees que me merezco una buena recompensa por esto? — Min me preguntó enseñándome el folder se color terracota con el nombre de la canción anotado al frente. Su sonría era amplia, casi victoriosa.

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