𝐋 𝐈 𝐃 𝐈 𝐎

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— No entiendo cual es tu molestia.

Estaba sentado en uno de los taburetes en la cocina de la casa de Taehyung. Era fin de semana, y mis padres me habían dado el permiso de quedarme en su casa, después de todo, Taehyung era mi mejor amigo de toda la vida. Nunca dudarían de él.

Taehyung preparaba un smoothie de Mango con Maracuyá para que fuéramos a ver la continuación de la serie Élite que recién habíamos comenzado a ver hacía unos cuántos días. Yo simplemente esperaba a que terminara porque no tenía ni la más mínima intensión de probar bocado de nada. Tenía un mal sabor de boca.

— No entiendo. Eso es lo que querías, ¿No? Todo esté tiempo haz dicho que es solo sexo. — Taehyung, partió un poco del trozo de la fruta en la licuadora y se giró a caminar hasta el refrigerador para tomar un poco de hielos.— Yoongi te lo ha confirmado, para él también es solo sexo mientras te mima y compra alguna que otra cosa.

Miraba sus acciones y le seguía con la mirada, pero mi ceño estaba fruncido y solo pensaba en cuanto detestaba el hecho de saber que yo no era nada serio para Yoongi. Mi rostro estaba recargado sobre mis manos que descansaban en la barra de la cocina al tener mis codos recargados sobre la superficie gris de mármol.

Habíamos pasado meses follando sin que siquiera le interesará un poquito. Es decir, tampoco lo esperaba, pero a mí me importa Yoongi y esperaba importarle al mismo grado. Quería que esto fuera recíproco, sexo equitativo con cariño equitativo. Además, si yo no iba en serio... ¿El tenía más bebés? ¿Salía con más personas? ¿Tenía a alguien serio?

— Aunque aún no entiendo cómo es que no te gusta. Yoongi es atractivo, no es mi tipo, pero vaya que es atractivo, no puedo creer que solo pienses en él como sexo.

Taehyung continuo hablando una especie de monólogo mientras preparaba el smoothie. Camino hasta la base de la licuadora de nuevo, virtió los hielos helados y después de colocar la tapa de plástico encendió el aparato para triturar todo junto.

— Dime algo. — Dijo una vez que colocó el botón de encendido en apagado.— No te gusta, ¿o si? — Inquirió mirándome de reojo y yo demore unos segundos antes de negar con la cabeza.

No, Min Yoongi no me gusta, no es que quiera que se vuelva mi novio, ni tampoco quiero algo a futuro.

— Esto es un buen polvo y ya. — Afirme tanto en mi cabeza como en voz alta.

Taehyung se encogió de hombros mientras vertía la bebida en un vaso enorme de cristal con una pajilla de metal en él.

Aún no entiendo cómo puede tomar bebidas frías en invierno, el frío es completamente palpable.

— Bueno, si tú lo dices, te voy a creer. — dejó su vaso en la barra de la cocina y me miro a los ojos.— Finjamos que te creo si eso te deja más tranquilo.

Un silencio se formó y yo pensé en responderle alguna altanería y reafirmar que esto era simple sexo sin sentimientos de por medio, pero el fue más ágil y me dio la espalda para dejarme con la boca abierta. Quizás una discusión sobre si tengo o no sentimientos por Yoongi no era lo que necesitábamos ahora.

— ¿Qué quieres tomar? — Preguntó tomando un vaso de vidrio igual al que contenía su smoothie.

— Prefiero algo caliente y tibio. — A pesar de tener calefacción en casa, me gustaba acurrucarme con una taza, en este caso, un vaso, templado en mis manos.

— ¿Te apetece leche? — Dijo aún de espaldas a mi para abrir el refrigerador una vez más en busca del cartón con el líquido blanco.— Me parece que aún tenía un poco de leche con chocolate que puedo calentar para ti. — Habló.— Ah, mira, es leche con sabor a fresa, ¿Te gusta?

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