Amber
En un mundo diferente, Charlie y yo habríamos estado juntos para siempre.
En aquel mundo, habría sido más que un simple amor fugaz. El habría podido quedarse en Francia más tiempo, y yo me habría enamorado por completo de él. Habríamos tenido largas citas al aire libre, habríamos planeado un futuro ascendente y precioso para ambos donde hubiésemos tomado nuestras manos por siempre. En ese mundo perfecto y soleado, como yo lo imaginaba, nuestros sentimientos nos habrían hecho ver la belleza del mundo solo estando juntos.
Charlie y yo éramos compatibles en miles de sentidos. Teníamos todo tipo de cosas en común, desde detalles insignificantes como sabores de helado favorito, hasta grandes decisiones importantes como el futuro a diez años. Enamorarme de él habia sido diferente. Con él todo habia sido igual que el paso de un asteroide; rápido, brillante... y fugaz, pero doloroso.
La última vez que nos abismos visto yo apenas estaba entrando al cambio que me volvería una persona... diferente. Estar con el habia iniciado todo; mi primera relación romántica, mi primera relación física y sexual y mi primer enamoramiento juvenil.
—Te ves.... — Era de esperarse que, al verme, se viera completamente sorprendido, al igual que Cameron. —... Her-hermosa.
—Hola... —susurre yo, decidida a comportarme de un modo normal.
Fracase horriblemente. Tal vez, de haber estado sola, habría podido conllevar la situación, pero... no lo estaba. Cameron estaba un par de pasos detrás de mí, mirando de uno a otro y por pura coincidencia, no sostenía mi mano —¿Cuándo...?
—Llegue hace unos días. — me respondió el, sonriendo con dulzura. Oh, Charlie y su sonrisa adorable. El helado en sus manos olía a vainilla, y el espolvoreado de maní tenía cierto parecido con las pecas en su nariz. —Me dijeron que estabas en Inglaterra, no tenía idea de que habías vuelto.
—Lo estaba. — le respondí, y dejé de mover la mano. No habia notado que la sacudía nerviosamente. —Lo estaba...
Charlie y yo nos miramos fijamente por lo que podría haber sido una hora entera. Era de mi estatura, así que no tenia que alzar la mirada para verlo. Se habia sonrojado, y su pelo ondulado se movía con sus asentimientos involuntarios.
—Lo lamento, —Charlie rompió el contacto y se giró hacia Cameron. Le sonrió entonces. Él también tenía hoyuelos, y su piel era olivácea, como el caramelo. — Estoy siendo grosero. Soy Charlie, un antiguo amigo de Amber, es un placer.
Y, por pura educación, estiro su mano hacia Cameron. Me mordí la mejilla, pues me sentía vulnerable y diminuta con esos dos tan cerca.
—Mucho gusto, —le respondió Cameron, firme, estirando su mano hacia él. Mucho más alto que nosotros. —Cameron.
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Lycans III: Apoteosis
WerewolfEl Eclipsis se esta acercando. La cuenta regresiva ha sido activada. Es tiempo de un sacrificio.