Capitulo 17

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Mehgan

—Mehgan, esto es insoportable. No hay manera... ¡Ay! — Darle con un libro en la cabeza a alguien nunca habia sido tan genial. Era gracioso, en especial porque ver a un Lycan con fuerza superior y sentidos super desarrollados lloriqueando por el golpe de una tapa dura no era algo que se ve todos los días.

Lo señale—Me pediste ayuda. Es lo que te estoy dando. Mantente en silencio y empieza de nuevo. No tenia idea de lo llorón que eras.

—Lo soy porque no funciona. —Alce el libro, y el cerro los ojos. —Yo no tenia idea de lo mandona que eras.

Me sonroje, bajando el libro. —Respira profundo, trata de empezar de nuevo y trata de visualizar lo que recuerdas de tus sueños...

El cerro los ojos. Junto a nosotros descansaba su chaqueta, su teléfono y su cámara. La habitación donde nos encontrábamos era algo pequeña, con paredes largas y una puerta sellada a prueba de intrusos. Cameron eran bastante listo, eso debía concedérselo. Habia hablado con Nathan acerca de iniciar un entrenamiento para mi, y aunque me habia explicado algunas cosas, en realidad durante ese par de días habíamos tratado en su mayoría de volver a sus sueños para encontrarles lógica. Lógica en algo tan extraño... No quería recordarlo.

Ambos teníamos suerte de que Amber tuviese toda su atención en su hermana, porque ella se habría dado cuenta de inmediato que estábamos en algo.

De pronto, él gruño—Esto no sirve.

—La meditación...

—La meditación, —me interrumpió, evitando que el libro volviese a golpearlo. Era el libro que Camille habia estado leyendo de ángeles y cosas así, no me atrevía a soltarlo en ningún momento— sirve para algunos, ¡Para mí no!

—¡Estas siendo un impaciente llorón! Ni siquiera has tratado...

El puso cara fea—¡Dictarme cosas al azar tampoco creo que ayude!

Conseguí darle con el libro, y el se froto la cabeza. —...Aun creo que podrías intentar lo que hizo el Planista...

Sentí un feo peso en el pecho. Las voces en mi cabeza enloquecieron. Las evite—¡Es demasiado arriesgado! Para ti, para mí, para todos aquí.

—Pero eres un cerebrito como Nick, sabrás controlarlo. ¡Auch!

Aun con el libro en alto, le mire enojada— Tu no sabes eso. Esto en mi cabeza no es como tu habilidad, o tus características Lycans. Yo... yo me pierdo a mi misma por instantes. A veces no recuerdo ni quien soy, es... terrible...

—Te tienes muy poca fe, —insistió, de nuevo recurriendo a la mirada de anhelo—Yo creo en ti.

—Yo creo que pides demasiado, y no he visto que trates de decirle a Amber nada. ¡nada!

Lycans III: ApoteosisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora