Capitulo 9

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El hogar de Tía Ancy era grande, tanto como para ser considerado una mansión, pero ella no toleraba esa palabra. Tía Ancy era de las mujeres que prefería todo más simple, le gustaba lo minimalista, los colores neutros y adoraba la rutina. Pasar tiempo con ella era divertido una vez que comenzabas a ajustarte a sus demandas y llevabas el paso de sus largas piernas por el día. No solo era exigente en los entrenamientos, sino en todo.

Kate era más suave en los bordes, más cálida, y la mansión de Fire's Wood exudaba su esencia por todos lados. Las paredes en tonos cafés, los adornos en madera, los floreros esparcidos en los salones, el papel tapiz con diseño entrecruzado e incluso el diseño con moldura de las paredes que cubrían toda la planta baja y el tercer piso.

La casa de Tía Ancy era diferente, aunque igual de grande, era de un diseño más rectangular, duro y preciso. No habia moldura, solo paredes blancas y brillantes, pocos cuadros, encimeras resplandecientes y ventanales -reforzados con cristal blindado- grandes, lo suficiente como para dejar que se viera todo hacia afuera, pero con una capa de papel polarizado que impedía que se viese dentro.

Aun así, el salón principal tenía esa hermosa aura que caracterizaba el estilo de Kate. Las paredes eran de un tono blanco cascaron, y las escaleras oscuras, entre el marrón-casi negro. Lo que lo volvía un lugar más tradicional eran las escaleras, formaban un hermoso caracol en los cuatro pisos hacia arriba, dando profundidad al techo y al candelabro que de ahí colgaba. Era un reemplazo del verdadero, que Shawn habia destrozado por accidente mientras volaba escapando de James.

Habia pasado mucho desde la última vez que habia alzado la mirada a ese candelabro. Era hermoso.

—¡Eh, tu! — una voz me saco de mis pensamientos. Un celaje rosa vibrante me distrajo, y alguien se abalanzo sobre mí, haciéndome trastabillar. —¡Creo que te conozco! ¿Me das tu autógrafo?
Respondí el abrazo de Shawn con una risa suave. Olía a perfume y dulces ácidos, sus favoritos. En su cuarto probablemente habia todo tipo de envolturas de ellos llenando el suelo y su cama.

—Cambiaste de nuevo tu cabello. —comente, un segundo antes de que Zack se abalanzara sobre el con el triple de fuerza. Hubo un revuelo de pelo rojo, rosa y alguien gimió. —Cuidado, creo que tienes un Zack encima.

Andrew, a un metro de mí, paso encima de ellos, tirando de su mochila y golpeándolos en el proceso. Nick y Edward también. Mehgan, rezagada aun en la puerta, miraba a los lados igual que un gatito asustadizo. Cuando le tome la mano, escuche unos pasos firmes desde el pasillo que daba a la cocina y supe de inmediato quien era. Se me acelero un poco el corazón, a la expectativa.

—Como entre al recibidor y sigan en el suelo, les juro que hare que pasen las dos horas antes de la reunión colgados de las orejas en la sala de entrenamiento. —Tía Ancy no necesitaba gritar para hacerse oír. Zack y Shawn se separaron de inmediato, ambos estirándose como dos vigas de metal justo cuando Tía Ancy llego con nosotros.

Lycans III: ApoteosisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora