Prohibido enamorarse Jason

Bill

-Pero lo compensa con sus buenas acciones.

-Oh eso también es cierto. Mi nieto es una buena persona, cuando me hablo de ti supe que eras alguien especial, pero hoy lo confirmé.

-¿Por qué? pregunto curioso Jason,

-En estos años, jamás trajo a nadie a casa, bueno- la mujer movió su cabeza juguetonamente-  a Daniel, pero no cuenta ese parece que nació con él.

Jason sonrió y volvió sus ojos azules a los labios de Bill.

-Dime mas de ti quiero conocerte. Exclamo la mujer haciendo que Jason voltea a verla

-Bueno tengo 17 años, mi vida gira en torno a mis estudios y la salud de mi madre, aunque últimamente algo me esta sacando el sueño - Jason mordiendo su  labio inferior reprochándose como su boca funciona antes que su cerebro.

Bill sonrió y saboreo la galletita como si fueran los labios del chico frente a él, realmente quería degustarlos.

- Cielo ¿Qué podría sacarte el sueño a tan corta edad? .

-Eh, bueno, mi trabajo- mintió.

-Cierto Bill me dijo que trabajas mucho, es triste que a tu edad debas esforzarte tanto, pero seguro tu madre estará orgullosa

-Lo esta – afirmo Bill

-Bueno abuela voy a llevar a Jason a mi habitación, tenemos que estudiar.

-¿Estudiar? pensó Jason frunciendo el seño.

-Claro vayan , en ese caso voy a salir, le pediré al chofer que me lleve a lo de tu madre,

-Claro ve con cuidado,

-Tranquilo osito, estaré bien , la abuela abrazo al moreno y luego acaricio la mejilla de Jason

-Espero verte otra vez.

Jason solo asintió, no creía que volvería a es lugar, su tiempo terminaba justo al terminar esa semana.

-Vamos - Bill tomo la mano del azabache y lo llevo a la planta superior.

-Es aquí entra -, Bill se hizo a un lado y dejo pasar a un tímido Jason.

-Gracias osito – soltó Jason un tanto burlón y Bill negó sonriendo.

La habitación era mucho mas grande que la de suya, la cama  ubicada al centro, todo el lugar estaba completamente alfombrada de un color azul intenso, el las paredes se apreciaba poster de famosos jugadores de futbol americano, todo estaba ordenado y el aire olía a la colonia de Bill.

 Unos fuertes brazos rodearon la pequeña cintura de aquel que había cerrado sus ojos para disfrutar del aroma, pero al sentir el contacto los abrió de par en par.

-Me gusta que estés aquí. -El aliento a menta golpeo el cuello de Jason que se estremeció.

-Bueno, no tuve elección Brennan

-Mmmh amo que me llames así . Bill lo giro y sus labios quedaron a muy pocos centímetros,

Jason lo miro directo a los ojos, amaba ese verde profundo, observó detenidamente el rostro del chico que lo traía mal, sus cejas oscuras y arqueadas como si estuviera molesto, su nariz delicada, y esos labios que amaba besar,

-No me mires así Jason, - la voz se oía amenazante y excitante 

-¿Por que no? pregunto en un tono coqueto.

-Porque no respondo

-Debería temblar Brennan- Jason se acerco aun mas casi rozando los labios,

Bill no hablo solo dejo que su cuerpo haga aquello que se imagino en la cafetería cuando sentía las manos calientes en su entrepierna.