-¿Como estas precioso?. Nara corrió las ondas de cabellos que caían en la frente de Jason. Los hermosos ojos azules se levantaron del plato para mirar a la pelirroja que estaba sentada a su derecha.
-Bien. casi susurrando.
-Bueno, al parecer tu rostro no dice los mismo - afirmo Jack quien estaba jugando con su teléfono.
-No sean molestos, Jason no molesta a nadie, déjenlo comer en paz.- declaro Cameron y lo miro sonriendo, Jason devolvió la sonrisa agradecido, no quería dar explicaciones de su humor
-Ya vuelvo- Frank acaricio el hombro de su amigo y se alejo del lugar para hablar con alguien.
Unos minutos pasaron hasta que sintió el aroma de aquella colonia que lo volvía loco, cerro sus ojos, que no fueron percibido por el resto, gracia a las ondas de su cabello negro brillante que lo cubrían.
-Empezaron de sin mi-. La bandeja hizo un pequeño sonido en la mesa justo a lado de Jason que mordió sus labios y siguió comiendo sin levantar su cabeza.
-Vamos Bill quien podría esperarte, donde quedo tu koala rubio? Dijo Nara casi molesta.
Bill trago saliva sintiendo la incomodidad, sus ojos se clavaron en el hermoso perfil de Jason que se resistía a mirarlo.
-Hola Jason.
Su rostro casi palideció cuando ese rostro perfecto con el que había soñado estos días volteo a mirarlo, esos ojos azules se mostraban tan fríos como la primera vez que lo vio y una punzada atravesó su corazón.
-Hey, Bill -forzó una sonrisa.
- ¿Cómo estas?
-Bebé, puedo sentarme aquí
La voz de Brithany interrumpió la mirada que ambos se estaban regalando, Jason giro y se encontró con el hermoso rostro, suspiro y en su rostro apareció una sonrisa de costado que no paso desapercibida por Bill que deseaba con todo su corazón besarlo hasta que sus ansias se saciaran
-Toma siéntate aquí, ya terminé. Jason se puso de pie, pero la mano firme de Nara lo sujeto,
-Este es tu lugar precioso, ella puede comer en otro lugar.
-Nara cual es tu problema -dijo la rubia molesta,
-Tu cara- la pelirroja se mostro molesto y antes de que la pelea realmente se desate Jason tomo la mano que sostenía su brazo y acercando sus labios a la punta de la nariz de la alocada chica susurro- -Pórtate bien. Le dejo un beso juguetón y guiño un ojo alejándose,
-¡¡No me provoques!!, grito Nara riendo
Jason no volvió la mirada camino hasta la salida del lugar, pero agito su mano al aire sonriendo,
- ¿No provoques? La voz de Cameron sonaba grave y sus ojos estaban clavados mirando a la chica frente a él, que aun sonreía viendo como Jason salía del lugar.
-Huy, nene no te enojes solo jugaba - Nara extendió su mano, tomo el cuello de la camisa de su novio y lo jalo para comerle la boca.
-Bueno, Jason se fue, voy sentarme a comer contigo bebé -Brithany encogiéndose de hombros se ubico muy cerca del moreno, Bill solo asintió, pero lo cierto era que deseaba correr a Jason, se odiaba, ahora no podría usar de excusa aquel juego que le permito entender que su necesidad de acercarse el hermoso chico de los ojos azules no era solo su indiferencia, sino que realmente le gustaba, ahora que lo sabia aun se negaba hacer algo y se detestaba por eso.
Magy observo el rostro ido de su amigo y negó con su cabeza, desde que vio a su primo con este chico noto que las miradas y besos que este le había regalado definitivamente eran reales, pero muy poco chicos tendrían el coraje de aceptar como Jason que le gustaba alguien del mismo sexo, aun mas a su famoso amigo con aires de chico sexi.
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Los días pasaron Bill buscaba momentos a solas con Jason, pero al parecer él tenia otros planes. Cada vez que estaban juntos en algún lugar, la mirada que Jason le daba era fría y siempre se mostraba distante.
El moreno solo quería tomarlo en sus brazos y disfrutar de esos besos y caricias que se habían dado sin ninguna vergüenza, pero también entendía las acciones de Jason, porque como era de esperarse, Brithany no lo dejaba solo.
En una de las oportunidades en que acorralo a Jason en los pasillos este le sonrió y luego señalo a la salida recordándole que su novia lo estaba esperando.
Cobarde, solo esa palabra se repita día y noche.
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-Abuela otra vez con eso- dijo el moreno ayudando a la mujer mayor a ponerse de pie, que estaba entre sus rosales removiendo la tierra.
-Osito deberías dejar de ser tan molesto,
-Usted señora ya no tendría que decirme así - dijo mientras tomaba la mano frágil de su abuela y entraba a la casa.
-Siempre será mi pequeño osito, ¿tomamos leche tibia?
-Mmmm, me gustaría.
Ambos se sentaron en la hermosa isla de la cocina con un a taza de lecha tibia en sus manos y un plato de galletitas de limón.
-¿Como vas en la escuela?
-Bien.
-Este año te gradúas, ¿Qué quieres hacer?
-Bueno cuidar la empresa, así que tendré que estudiar administración o gestión o algo parecido ¿Qué dices? - Bill miro fijamente los ojos verdes de su abuela. La opinión de esta mujer era aun mas importante que la de sus propios padres,
-Si eres feliz tu abuela te apoyara.
-¿Jason cuando vendrá.?
Bill casi se atraganta con la galletita y se apresuro a hablar- No creo que vuelva, al menos por un tiempo.
¿Y eso?
-Bueno nosotros. Bill no tenia la mas mínima idea
-Rompieron
- ¿Qué que dices abuela?
-Vamos hijo tengo cerca de ochenta años, en mi época no era común ver esto, pero ahora los chicos se enamoran entre ello, y lo cierto que después de verlo tanto en la tele y escuchar a las chusmas de mis amigas no me molesta tanto. Anda habla
-¿No te molesta?- pregunto incrédulo
-Bueno no voy a decirte que al principio me sentí cómoda porque te mentira, pero cuando lo conocí ese chico me pareció hermoso, no solo por fuera, sino su personalidad parece tan tranquila y fresca.
Bill sonrió recordando el día que trajo a Jason, y de pronto frunció el ceño. ¿Cómo que cuando lo conociste? ¿sospechabas algo antes?
-Eres tan tonto como tu padre, dijo despeinando a su nieto- por supuesto corrías a casa con una gran sonrisa, cada dos oraciones lo nombrabas, y ni hablar cuando te levantabas tan temprano para salir corriendo al instituto, a menos que sea una vieja tonta, no me habría dado cuenta que mi nieto estaba interesado por ese chico.
-Pero lo confirme el día que lo trajiste, no dejabas de mirarlo como si fuera tu tesoro mas preciado.
Bill mordió sus labios y se sonrojo mirando sus manos que jugaban con las migas que estaban sobre el mármol,
-Tan tímido -dijo la mujer riendo.
-Abuela, vamos solo quieres molestarme.
.Aunque debo decir que esos sonido que ese día salían de tu habitación también ayudaron mucho – la mujer echo a reír al ver como el rostro pálido y los ojos asombrados de su nieto la miraban
-No sea tonto Bill, si lo que paso entre ustedes se puede solucionar, solo has lo que dicta tu corazón,
La mujer se puso de pie acaricio la cabeza de su nieto y salió de la habitación.
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Prohibido enamorarse Jason
RomanceUna fiesta, varios jugadores, 30 días ¿Un simple juego podría transformarse en algo real?