Prohibido enamorarse Jason

Como lo olvido

Me pasa el trapeador, Jason extendió la mano esperando que su compañero se dignara a dejar de verlo e hiciera el trabajo para el que fueron asignado.

Les toco acomodar la sala de música allí estaría un Stan, todos los años en el instituto la fiesta estudiantil era una tradición, en diferentes lugares se armaba pequeños escenarios demostrando las habilidades de los estudiantes y todo terminaba con una fiesta de cierre.

Para la mala suerte de Jason su compañero de equipo era Bill, y otro chico que para su desgracia se retiro descompuesto.

-Jason ven aquí tienes que descansar, la voz de Bill sonaba suave, pero tenia un toque tan áspero que erizaba la piel de Jason.

-Mira debemos terminar esto, falta poco para las 19 hs y aun no acomodamos los instrumentos, ahora trae tu trasero y ayúdame a mover esta mesa. Jason evitaba verlo porque no sabia cuanto podrían resistir las ganas de estamparlo contra la pared y besarlo hasta dejarlo sin aliento.

-Mierda, ya deja de estar tan caliente- se reprocho para si

-Bill sonrió de lado y una vez cerca rodeo la cintura y lo obligo a sentarse sobre sus piernas.

-¡¡Pero que mierda!!- grito Jason tratando de zafarse, Bill apretó mas su agarre y apoyo su mentó sobre el hombro de quien aun trataba de levantarse- susurro,

-Amo sentir el calor de tu cuerpo, se bueno y quédate quieto.

Jason abrió los ojos al sentir la lengua de Bill jugando con el lóbulo de su oreja e instintivamente giro golpeando con su raíz la del chico que lo observaba con total devoción.

- Deja de jugar Brennan. Su voz salió con tal seguridad que el mismo quiso felicitarse teniendo en cuenta que estaba a punto de desmayarse al sentir como su trasero se incomodaba por cierto bulto que comenzaba a crecer debajo.

- No estoy jugando Jason, realmente te extraño. Bill sonaba sincero, sus labios estaban a pocos centímetros de tocar los del contrario.

- No se que mierda te pasa, pero no estoy de humor- con el poco valor que le quedaba Jason se soltó y camino hasta la puerta.

- Termina tu, debo ir a trabajar...

Bill lejos de sentirse molesto sonrió, al ver lo acalorado que estaba Jason, sus hermosos ojos azules brillaban y sus mejillas estaban completamente rojas, él aun sentía algo por el y el maldito francés no tenia oportunidad.

El festival paso sin grandes complicaciones, aunque el moreno estuvo molesto por no poder acercarse a su chico, parecía como si el francés y Brithany se hubieran puesto de acuerdo. Por mas que intento escapar de la rubia para buscar a Jason esta lo encontraba y no soltaba. Que decir del maldito extranjero que no dejaba Jason en paz y lo peor era ver como este ultimo disfrutaba de su presencia jugando con él.

-El hijo de p... se atrevió a tocar el trasero de Jason, grito para si cuando vio como el rubio le dio unas palmaditas a ese traserito bien formado haciendo que Jason soltara una carcajada, el nunca rio así con él y eso fue peor que un golpe en el campo de juego. Fue tanto su enojo que sin despedirse de sus amigos subió a su coche y salió del lugar a toda velocidad.

Bill podrías dejar de mirarlo así- bufo Cameron mientras observaba a su amigo con el ceño fruncido mirando a la barra donde se encontraba Jason con un hermoso uniforme y para su mala suerte estaba otra vez con el Frances hablando entretenido.

-¿Qué mierda le ve? Pregunto molesto sin dejar de ver.

-Bueno amigo ese chico es un Dios griego, brazos bien marcados, ojos que, Dios, te derriten y se hablamos de esa sonrisa, mierda es imposible no excitarse.

-Nara- la voz cortante y molesta de Cameron la saco de su ensoñación y solo pudo sonreír al ver los ojos molestos de su novio.

-Ay bebe, hizo un puchero y se acero dejando besitos cariñosos en el cuello de su chico que aun se mostraba molesto - solo decía tu eres quien me vuelve loca no estiraría con nadie mas que no fueras tu hermoso- su mano juguetona se deslizo por el abdomen marcado y llego al cielo haciendo que Cameron aclare su garganta y se acomode en su asiento,

Agradeció que Bill aun estaba concentrado mirando a Jason y no vio como su novia le daba mimos triple X bajo la mesa.

-Nara por favor- dijo bajito casi gimiendo.

-¿Qué bebe? Ya me perdonaste- Nara aun jugaba con su cuello y sonreía disfrutando de ver como ponía a su novio en segundos.

-Si, pero quédate quieta o prometo no responder. Soltó llevando su mano al mentón de la pelirroja para levantarlo y que sus ojos se encontraran,

-Que estas esperando bebé. Nara disfrutaba poner en jaque a Cameron que siempre se mostraba tan tranquilo.

-Enseguida volvemos - Cameron jalo a Nara.

Bill solo asintió ajeno a esa situación sus ojos aun seguían clavados observando como esos dos hablaban tan cerquita.

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-André podrías dejar de jugar- Jason sonrió.

-¿Por qué? es divertido sentir como se clavan puñales en mi . André no -dejaba de reír y cada que podía tocaba a Jason.

-Estas imaginando cosas, Bill jamás se pondría celoso.

El rubio frunció el ceño y se alejo solo unos centímetros tratando de ver si Jason estaba bromeando, es que a caso ese chico era idiota, desde que el llego no ha dejado de comerlo con la mirada y por como aprieta el pocillo solo quedan segundo para que estalle en sus manos, seguro estar por hacer implosión producto de los celos. Pero el tonto de su amigo no quiere darse cuenta.

-¿Eres estúpido?

-Hey André, no seas así –Jason sonrió negando con la cabeza

-¿Vamos Jason a que le tienes miedo?, desde que entre por esa puerta el estúpido no ha dejado de mirarnos, y por la forma en que me observa seguro quiere matarme. ¿A que le tienes miedo? Volvió a repetir acercándose nuevamente.

-A ilusionarme, Jason se alejo un poco y tomo una franela para limpiar el mesón, se sentía incomodo.

-Entiendo que te debes sentir inseguro, mas con lo que paso, pero una cosa no quita lo otro. André extendió su mano y acomodo un rulo rebelde detrás de la oreja de Jason.

Un fuerte ruido los interrumpió, ambos voltearon hacia el lugar de donde provenía el estruendo, como había dicho André el pocillo estaba roto en el piso y Bill salió del lugar como alma que lleva el diablo.

-Te lo dije- André sonrió, y Jason con la boca abierta por la sorpresa no daba crédito.

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