Hasta el fin del mundo

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El sonido del autobús deteniéndose fue quien despertó de sus tristes pensamientos a Jason, una semana había pasado desde que Bill desapareció de su vida, no recibió llamadas, ni mensajes, él tampoco insistió, si eso era la fortaleza del amor que procesaba esta vez no se humillaría siguiéndolo.

Bajo los tres escalones y sonrio al ver la cara divertida de Frank esperándolo

-Por fin llegas – rio el castaño tomado la mochila de su amigo

-Este lugar si que esta lejos, rio Jason

-No es para tanto solo son unas ocho horas de viaje.

Frank lo  convenció de pasar unos días en la casa que su abuela le había dejado antes de morir.

Santa lucia un pequeño pueblo rural a unos ochocientos kilómetros de la ciudad.

Caminaron por un angosto camino cubierto de flores, el lugar estaba rodeado de grandes arboles y a los lejos la pequeña casa, parecía salida de un cuento, grandes ventanales rodeaban la hermosa galería cubierta de flores diversas

-Este lugar es hermoso Frank, gracia por invitarme- sonrio nostálgico, deseaba poder mostrárselo a Bill

-Sabia que necesitabas salir, no es bueno que quedes en tu habitación esperando-

-Mmm- curvo sus labios con tristeza

-¿Aun no llamo? Pregunto abriendo la puerta de la casa

-No- miro asombrado la gran sala cubierta de fotos de la familia

-Y tu- Frank dejo la mochila sobre un sillón rosa de la sala y volteo a verlo-

-Tampoco Frank, no voy a buscarlo- soltó molesto

-Bill es un idiota, pero tu también amigo- el castaño camino a la cocina seguido por su amigo

- ¿Yo?, abrió sus ojos asombrado

-Jason como te sentirías si fuera al revés, merecía saber que tenias decidido partir, cuando se lo ibas a decir, ¿Cuándo estés subiendo al avión? - hablo indignado sirviendo un poco de limonada en vaso de vidrio azul

-Se lo iba a decir, solo que no encontraba el momento, quería disfrutar mi tiempo con él, lo amo maldición- Jason se sentó en uno de los bancos de la cocina, aun sentía el enojo en lo mas profundo de su corazón, su beca era de dos años, no pensaba terminar con Bill, él estaba dispuesto hacer que funcionara; pero el moreno no quiso escucharlo.

-Pues creo que se merecen, uno es mas tonto que el otro, ven acompáñame te mostrare tu cuarto- entrego la bebida y tomando del hombro de su amigo lo obligo a seguirlo.

Ambos caminaron por un largo pasillo, Jason agradeció y entro al cuarto, un gran ventanal daba al jardín dejando que la luz natural iluminara el delicado cuarto.

Tomo una ducha y decidió acostarse, en tan solo unos minutos el sueño lo atrapo-

Bebé- besos cálidos desbordaban por su rostro- hermoso- caricias dulces se regaban por su cuerpo

Jason sonrio era el sueño mas tierno, inhalo profundo disfrutando de la colonia que solo le recodaba a Bill

-Vamos cariño, despierta. El beso húmedo en sus labios lo hizo reaccionar, poco a poco abrió sus ojos. La habitación estaba cubierta de un color naranja que solo un bello atardecer podía crear-

Lentamente reacciono y sus enormes ojos azules se abrieron al ver a Bill acostado junto a él con una enorme sonrisa

-¡¡Pero que mierda!!- rápidamente se sentó chocando su espalda al respaldo

-Hola cariño- Bill quiso acariciarlo y Jason se alejo, una semana había pasado sin señal alguna y ahora simplemente aparecía como si nada-

-Amor- hablo dulcemente acercándose a su novio

-¿Amor? Me estas cargando- dejo salir con una risa irónica- es que acaso piensa que soy idiota-

-No bebé, tu eres el amor de mi vida -Bill subió sobre él a horcajadas y tomo el rostro con fuerza, Jason se removió molesto, pero los labios tibios del moreno atraparon los suyos con anhelo y pasión

-Brennan- susurro con los ojos cerrados cuando el moreno se alejo dejándolo respirar, odiaba ser tan débil

-Shh, escúchame cariño- Bill se alejo y busco en su bolso, Jason lo veía sin perder cada detalle, el moreno llevaba una sudadera negra ajustada y unos jeans rotos que resaltaban su hermoso trasero.

Concéntrate, tu estas molesto-

Bill se acerco subiendo a la cama con una sonrisa sensual y agito frente a esos hermosos ojos azules que lo traían loco, su visa y pasaporte

-Ahora si precioso, estamos listos. sonrio

-¿Qué es esto?. Jason saco de las manos del moreno aquellos documentos y lo vio incrédulo. Bill besaba su cuello mientras su novio no salía del asombro

-Bill tu- la voz salió temblorosa y los ojos se llenaron de lagrimas

-Cariño, creí haberte dicho que te seguiría al fin del mundo. Bill se sentó con las piernas cruzadas frente a su novio que no dejaba de verlo asombrado

-No voy a mentir, me molesto que no me lo dijeras antes, pero tu eres todo para mi, no fue fácil convencer a mi padre, hacer esos papeles son difícil, joder- sonrio- pero en París puedo estudiar administración y allí hay una pequeña sucursal de la empresa que necesita atención, pensé... sus palabras fueron calladas por el beso ambicioso de Jason.

La espalda del moreno cayo sobre la cama y Jason presiono su cuerpo sin dejar de besarlo, sus labios jugaban con ternura, su lengua se adentro para unirse a la del moreno y poco a poco comenzó a intensificarse.

Jason puso sus manos debajo de la sudadera negra y recorrió los abdominales mientras que dejaba besos y mordiscos en el cuello de su novio

-Cariño si sabia que recibiría esta atención, hubiera apresurado los tramites, no sabes lo que te extrañe- de un solo movimiento giro teniendo bajo él al platinado que sonreía. La sudadera voló por los aires. Bill no dudo en desvestir a su novio y hundir su rostro el aquel lugar que era su preferido. Inhaló el aroma que lo volvía loco

-Te amo Brennan- murmuró Jason

Bill sonrio y lo vio a los ojos - te amo mas bebé, no vuelvas alejarte-

Jason abrió sus ojos asombrado. - En mi defensa tu fuiste quien desapareció estos días. Su nariz jugo con la del moreno

-Solo para decirle que a partir de hoy deberás soportar mi presencia las veinticuatro horas del día, los siete días de la semana-sus dientes tomaron el labio inferior de su novio que soltó un gemido

-Siempre fui un mártir -Jason sonrio al ver como Bill abrió sus ojos y negaba riendo

-Pues mas me gustas, ahora déjame castigarte- el moreno volvió a besarlo y comenzó a desprender la cintura del pijama de su novio.

Los besos se volvieron feroces, la ropa dejo de estorbar, pero el golpe incesante en la puerta los detuvo

-¡¡Que!! – grito Jason

-Por favor no coman frente al hambriento, es la casa de mi abuelita, por Dios- grito divertido Frank del otro lado de la puerta

-Por dios - Jason cubrió sus labios avergonzado

-Amor, que no se te olvide, la primera vez que tome esto- apretó el trasero de Jason- fue en la casa donde vivo con mi abuelita- elevo sus cejas juguetón

-Brennan- golpeo el hombro riendo

-Tranquilo cariño, prometo cubrir tus gemidos con mis besos, y antes que Jason dijera una palabra un beso hambriento lo callo.

Prohibido enamorarse JasonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora