Reencarne como un león negro libro 2.

Capitulo 6: Los conflictos de Christopher.

Punto de vista de Atlas (Cristopher).

Después de bastante tiempo de haber estado "dormido" había sido liberado por Evans una vez más.

Lo primero que me dijo fue algo que ya sabía, seguramente piensa que no entendí la conversación con los dioses pero... no soy un tonto solo por ser cobarde.

Atlas: no quiero preguntar qué hiciste está vez-aprete mis puños con enojo-solo dime ¿sufrió?.

Evans: si quieres saberlo descúbrelo por tu cuenta-respondió secamente-solo le hice un último favor y le hice una tumba por al menos ser un maestro más decente que el.

Atlas: solo te gusta verme sufrir ¿no es así?

Evans: si quieres que te deje en paz solo tienes que borrarme, después de todo tú me creaste-esas últimas palabras me hicieron sentir un escalofrio por mi espalda.

Atlas: ¡¡ cállate !!-me sujete la cabeza y fue ahí cuando pude sentir mi cabeza... libre... regularmente podía sentir a Evans rondar en mi cabeza, pero esta vez es como si no estuviera ahí.

Esperé que este dijera algo, sin embargo pasaron los minutos y aunque intente hablarle este no respondió.

Fue ahí cuando comencé a temblar un poco, me sentía bastante vulnerable sin Evans, era un odioso pero era el único que sabía cómo protegernos, aunque estoy seguro que este solo lo hacía para salvar su pellejo, el cual también es el mío.

Decidí calmarme un poco en ese momento y rezar por el alma del señor Atler, no estoy seguro que habrá sucedido pero... algo me dice que Atler es quien tiene la culpa completamente.

Poco después me aparte y abrazando mis piernas intente pensar en la mejor opción que podría tener en este momento, no estoy seguro pero luego de revisar un poco el lugar podía asumir que estaba cerca de la casa del señor Atler.

Quedarme en este lugar no sería prudente, si Evans mato al señor Atler... definitivamente quedarme aquí sería una falta de respeto, tampoco creo que pueda quedarme en la aldea, no conozco lo que sucedió con el señor Atler pero lo mejor sería no ir a la aldea.

Sería algo bastante simple usar mi edición de aspecto pero no me sentiría cómodo por mucho tiempo usando una apariencia muy diferente a mi apariencia original.

Atlas: ¿que se supone que haga ahora?-me pregunte mientras daba un suspiro-me sentía asustado y confundido-¿sera que lo mejor sería volverme el familiar de alguien?, no, eventualmente sería alguien que recibiría órdenes de batalla.

En este momento es cuando ser un león se vuelve problemático, mucho más cuando soy de una raza bastante rara, a los ojos de las razas humanas solo sería una fuente de experiencia, dinero o materiales.

Conforme más lo pensaba mis opciones de vivir tranquilo se volvían cada vez más difíciles de alcanzar, si tan solo tuviese un poco más de valentía....

Pasaron las horas y luego de ver cómo el sol empezaba a ocultarse decidí que al menos por hoy me quedaría en la casa del señor Atler, comí algunas brochetas de carne que había en mi inventario y me recosté en la cama luego de tomar mi apariencia original, era la forma en la que me sentía más cómodo.

Esa noche me sentía más solitario de lo normal, desde que nací en este mundo eran bastante contados los momentos en los que estuve solo, casi siempre he estado acompañado por alguna bestia o alguien de la raza humana, todo era peor cuando incluso no podía sentir a Evans.

Esa noche no pude dormir muy bien que digamos, me mantenía demasiado alerta y prácticamente despierto, aunque de cierta forma era algo estúpido al dormir dentro de una casa.

Atlas: me recuerda demasiado a cuando... ¿cuando que?-me pregunte confundido-no, estoy seguro que es algo que no quiero recordar-sacudi mi cabeza.

Controlando un poco mi miedo pude lograr dormir al menos un par de horas, al llegar el amanecer salí de la casa del señor Atler y una vez más fui a su tumba a despedirme, al mismo tiempo que pedía perdón si Evans había sido el culpable de su muerte.

No enmendaria nada pidiendo perdón pero al menos así sabrá que estoy arrepentido de lo que llego a hacer una parte de mi.

Fue así como lleno de miedo una vez más me embargo sin rumbo, quizá con un poco de suerte pueda a encontrar a los cachorros y reunirme con ellos, solo espero que estén bien.

Días más tarde.

Hasta ahora los últimos 5 días para mí han sido bastante difíciles, la comida en mi inventario solo duró 2 días y no he sido el más diestro en la caza, algunos simplemente se me escapan y otros son más fuertes de lo que parecen.

También he sido perseguido por criaturas que me quieren fuera de su territorio, detesto admitirlo pero... claramente necesito a Evans.

Atlas: al menos pude encontrar esto...-dije mientras comía unas raras papayas moradas con manchas naranja, saben prácticamente a melón y su nombre es tronsgaron.

Es un nombre bastante extraño pero al menos con los ojos del sabio se que no es una fruta que me perjudique, de hecho son una fruta que elimina estados de somnolencia y envenenamiento.

Guarde unas varias en mi inventario y me dispuse a irme ahora que estaba satisfecho, podía escuchar bastante ruido acercándose, eran voces de lo que parecían personas jóvenes.

No quería meterme en conflictos con nadie más así que comencé a alejarme pero antes de hacer algún movimiento....

???: ¡¡ vamos apunta a su garganta !!

Al escuchar esto di un salto al costado, eran varios chicos y chicas uniformados, ¿serían estudiantes o algo así?, la verdad no estaba seguro pero tenía que irme rápido o la mujer que tenía un traje que era una mezcla de bruja y secretaria vendría por mí, ella claramente era su maestra o su jefa y estaba seguro que aunque no fuera la más fuerte sería bastante hábil.

??? 2: ¡¡ [Lanza de hielo] !!

??? 3: ¡¡ [Bola de fuego] !!

Esquivar esos ataques no fue complicado, pero antes que se me ocurrirá una forma de escapar me di cuenta que todos me había sido rodeado.

Me sentía tan asustado en ese momento que no se me ocurrió mejor idea que cubrirme la cabeza con mis patas.

Atlas: ¡¡ Evans por favor te necesito !!

Continuara....

Aquí les dejo otro capitulo, perdón al final me salió más corto de lo que quería.

Si ven algún error no duden en decirme y sin más nos leemos en otra ocasión.