Capitulo 7: ¿Vinculo?

173 29 21
                                    

Punto de vista de ???

Hola, espero que mi intromisión no les moleste, mi nombre es Melinda y soy una estudiante de la academia Taramus.

Sin embargo aunque es una academia que tiene bastante prestigio en el país debo decir que no soy digna de ella, verán...

Yo nací en una pobre familia de plebeyos en una aldea corrupta por nobles, mis padres un día fueron infectados por una enfermedad maldita llamada la enfermedad de los pobres, no contábamos con los ingresos para tratar dicho mal así que abrimos días luego de sufrir por gran dolor por la enfermedad tanto mi mamá cómo mi papá murieron.

A la edad de 10 años me había quedado sola, sin nadie a quien recurrir fui llevada como una esclava junto a varios niños y niñas que habían terminado sin nadie más.

Para las personas que nos mantenían encerrados éramos más que mercancía y para los nobles del lugar no éramos más que peones que podían usar como quisieran.

Por un año me mantuve en el lugar que era conocido como casa de juguetes, un nombre el cual mostraba el cinismo de quienes gobernaban el lugar.

No fue hasta que varios soldados irrumpieron en el lugar que todos fuimos llevados a un lugar mejor, nuestras cadenas como esclavos fueron rotas nos dieron la oportunidad de vivir por nuestra cuenta.

Ahora sin nuestro contrato de esclavo todos fuimos acogidos en diferentes horfanatos, yo fui recibida en uno cercano a las tierras gobernadas por el señor Lein Stramium, una persona un poco excéntrica que había perdido a su amada esposa y años más tarde a su muy consentida hija.

Como noble era su deber tener una persona que heredará sus tierras y como el a pesar de su forma de actuar era una persona que se consideraba con una enorme lealtad, decidió no tomar una nueva esposa o concubina luego de que su esposa falleció.

Su hija al ser su única descendiente era la única que podía tomar su lugar, pero luego de morir... de una forma bastante bochornosa, al caerse de la silla de uno de sus caballos y golpearse fuertemente la nuca, el señor Lein se había puesto en apuros.

Fue ahí que decidió adoptar a alguien y con suerte esa fui yo, aunque eso solo fue porque dijo que me parecía un poco a su amada hija.

De la noche a la mañana había pasado de ser una simple pueblerina huérfana a convertirme en la protegida hija adoptiva de un noble basta respetado.

Ciertamente me vida había tomado un giro bastante grande y complicado, me vi obligada a aprender escritura, lectura, matemáticas, danza y otras cosas más...

Cuando cumplí la edad de 15 años el señor Lein ordenó que mi aptitud mágica fuese evaluada y se descubrió que tenía afinidad al fuego, el señor Lein al ver esto sonrió con alegría y dicto que debería asistir a la prestigiosa a academia de Taramus.

Realmente no era algo que a mí llegase a emocionarme demasiado ya que muchos me veían con recelo por el simple hecho de ser su hija adoptiva, sin embargo rechazar su generosidad me hacía sentir como una mala persona así que acepte.

Antes de darme cuenta ya estaba inscrita y me habían sido comprados varios artículos bastante caros, entre ellos una varita de mago de grado B y una túnica de mago de grado A, cosas que aunque no eran las más difíciles de conseguir tampoco eran las más fáciles y también eran bastante costosas, estos tenían grabados en sí habilidades que aumentaban la potencia de los hechizos y la recuperación de maná, también disminuían el coste de maná al usar habilidades.

Nunca me imaginé a mi siendo equipada con un equipo como ese.

También se me dio un familiar como un regalo al describir mi habilidad, una vez más no pude rechazarlo pero esta vez me dejaron elegirlo, mis opciones se limitaban al elemento fuego así que elegí uno de grado bajo llamado cobaya braza, el señor Lein quería darme un león ámbar pero logré convencerlo al decir que no estaba preparada para ser maestra de una criatura como esa.

Reencarne como un león negro libro 2.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora