Durante todo el día, Alba se encargó de controlar todo, no hacia falta que entrara enfermera alguna, ella se había encargado de mimar y vigilar hasta el último detalle a Natalia. Cuando llegó el turno de la noche, volvieron otra vez todo el equipo de Urgencias. A esa hora, también había llegado Rosario y Encarna, le habían llevado una pequeña bolsa de viaje donde habían puesto todo aquello que les había pedido en la nota. Ella lo fue sacando con mimo, una cosa tras otra ante la atenta mirada de los tres que seguían preocupados por una Alba que se le notaba el gesto cansado.
A_ Mira Nat, tu colonia mañana te pondré cuando te lave, también he traído los poemas de Neruda, sé que te habías quedado a mitad, los repasaremos juntas. La crema para darte masajes... si... la música... bueno he pedido el mío porque en el tuyo hay demasiada música triste –sonrió ante la mirada apenada de los tres-... también tenemos aquí el libro que querías leer del cuidado del bebé que no entiendo porque, si mejor que tú, no hay nadie que sepa cuidar a los bebés, ¡ah por cierto!, ahora cuando se vayan tus padres y mi madre, que están aquí, se lo llevaran a casa, Cruz lo va a traer, no te preocupes por nada, todo está bajo control, tú solo descansa.
C_ Buenas noches –apareció Cruz interrumpiendo el monólogo de Alba que todos agradecieron-. ¿Cómo sigue? –miró la historia
A_ Yo creo que algo mejor
C_ Alba está igual –la miró intensamente después miró la ficha-. Vamos a hacerle unos análisis, y veremos si con las trasfusiones hemos tenido suficiente o hay que hacerle más. Por cierto Alba, me parece bien que quieras tú encargarte de todo, pero no les digas a las chicas que no la pinchen o no cambien los goteros... son tus compañeras...
A_ Ya, pero yo soy la jefa –le dijo con seriedad
C_ Está bien... ¿Bueno... no te vas a ir a casa, no?
A_ No, me quedo con ella
C_ Pues entonces... deberéis salir alguno porque no puedo daros tanto tiempo, ¿lo comprendéis verdad?
P_ Claro Cruz –asintió respirando hondo.
C_ Daniel está con Teresa, es un bendito...
A_ Como su madre –apuntó Alba mientras le acariciaba el brazo
Todos salieron con un nudo en el corazón, ninguno fue capaz de decirle nada, allí la dejaron mimando a una Natalia que seguía muy lejos de allí.
En el muelle, Teresa iba poniendo al día a todos los que entraban que lo primero que hacían era preguntar por Natalia, todos estaban afectados y todos sabían que su vida pendía de un hilo demasiado fino. Pero no solo la preocupación ante su gravedad, sino, el estado de shock en el que se encontraba Alba les preocupaba, todos habían entrado a verla, habían hablado con ella, y todos se habían llevado la misma impresión, Alba estaba en un mundo cerrado donde solo tenía cabida Natalia. La noche estaba ya un tanto entrada y Urgencias estaba con un ritmo tranquilo. Cuando le tocó el turno a Teresa de descansar, no lo dudó, haciendo acopio de valor, fue hasta la habitación de Natalia. Tocó a la puerta respirando profundamente, ella no la había visto aún pero sabía que se iba a impresionar porque todos así se lo habían avisado. Al entrar vio a Alba frotando el brazo y la mano de Natalia con una crema.
A_ Mira cariño tenemos visita, es Teresa -sonrió
T_ Hola Alba –le dijo con el gesto impresionado al ver a Natalia
A_ ¿Cómo va la noche?
T_ Tranquila –no pudo evitar que se le llenaran los ojos de lagrimas
A_ Vamos Teresa –le tocó el brazo sonriéndole-. Todo va a ir bien...
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Adiós Alba // Albalia
FanfictionSinopsis: Alba y Natalia se verán enfrentadas a una seguidillas de sucesos, entre malos entendidos, mentiras y engaños. ¿Serán un matrimonio a prueba de todo? Adaptación Historia original de Idana