Capítulo 10

817 48 0
                                    

N_ Muy bien, ¡perfecto!, ya está bien. ¡Bájate del coche!, ¡fuera!.

A_ ¿Estás de coña? –le preguntó sonriendo aunque en su interior sintió que hablaba en serio.

N_ ¿Tengo cara de estar de coña acaso?, ¡eh!. ¡Qué te bajes!.

A_ ¡Pero si estamos en plena carretera, estás loca! –exclamó mirándola aturdida borrándose de su rostro la sonrisa.

N_ No hay problema, te bajas y te pones a hacer autostop, pero te bajas ¡y ya!. ¡Fuera Alba! –la miró con sus ojos encendidos por la furia que sentía y no podía dominar-. No quiero que estés conmigo ni un segundo más. ¡Fuera!.

-------------

A_ ¿Y por qué no te bajas tú?.

N_ ¡Alba! –alzó su voz perdiendo los nervios.

A_ No pienso bajar, ¡vamos ni loca! –aseguró de manera tajante.

N_ Muy bien, ¿no piensas bajar?, ¡estupendo!, entonces por favor colabora conmigo, a mí tampoco me gusta esto pero cuanto antes lleguemos antes volveremos.

Alba reconoció para sí que tenía razón y también que se estaba comportando como una verdadera estúpida. Abrió el mapa y le indicó.

A_ Tenemos que seguir por esta carretera, la próxima salida es la que hay que tomar.

N_ Vale, gracias –asintió agradecida con un profundo respiro.

No hablaron entre ellas en voz alta, pero sí para sus adentros, cada una valoraba la situación en la que se encontraban.

A_ Me gustaría tanto que dejara de hablarme con ese resentimiento. Fíjate si está para comérmela, ese suéter le queda de muerte... y cuando se cabrea se pone tan interesante... lo que daría por perderme con ella y volver a empezar de nuevo. Bueno... mejor quítate esa idea de la cabeza y no pierdas detalle de los cartelitos o me manda bajar otra vez...

N_ Daría lo que fuera porque no me hablara con ese tono tan hiriente... no sé si voy a poder aguantar... esta divina y aunque me reviente reconocerlo... ahora mismo me lanzaba a su cuello... está tan guapa cuando se enfada... ¡ay Natalia!, quien te ha visto y quien te ve, completamente dependiente de ella... bueno será mejor que me fije o se vengara por mandarla bajar.

Seguía conduciendo y las dos guardaban un tenso silencio, de repente la voz más calmada de Alba rompió el hielo.

A_ La siguiente desviación a la derecha..

N_ Vale.

Volvió el silencio.

N_ Podría perderme en este maravilloso lugar, nunca en mi vida he necesitado tanto a alguien como a ella... –la miró por el rabillo del ojo iba seria pero mirando el horizonte y el mapa-. Creo que puede ser una buena oportunidad... y ya va siendo hora que le pida perdón, me he comportado...

A_ ¡Nat, Nat! –la sacó de sus pensamientos la voz de Alba gritándole.

N_ ¿Qué pasa? –preguntó de manera distraída.

A_ ¡Joder Natalia que te has pasado!, te estaba diciendo que doblaras. Da la vuelta –le habló con tono impertinente.

N_ Tranquilita ¿eh?.

A_ ¡Solo falta que te pases y nos cueste más volver!.

N_ ¿Tantas ganas tienes de volver? –la miró sorprendida.

A_ Pues sí, odio el coche.

N_ Cuando fuimos a Quiroga te encantaba ir en el coche.

A_ Eran otros tiempos –murmuró despacio.

Adiós Alba // AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora