Afuera en el porche se encontraba un Pedro que parecía haber sufrido un pequeño shock con las palabras de Encarna, Alba que temía que pudiera enfadarse se acercó hasta él y se sentó a su lado.
A_ Pedro... yo... quiero que disculpe a mi madre.
P_ No tengo que disculpar a tu madre por decirme la verdad –dijo levantando la cara y mirando el horizonte un atardecer rojo enrabietado.
A_ Lo han pasado muy mal...
P_ Lo sé, lo sé, por eso quiero darte una cosa.
A_ ¿Qué es? –sonrió al ver que sacaba de su bolsillo un sobre.
P_ Son dos billetes para un crucero, os lo merecéis, no tienen fecha porque no sabía cuando Natalia podría hacer el viaje por eso, cuando tú creas conveniente os vais.
A_ La verdad... que no sé como agradecer...
P_ Vamos Alba... no me quieras dar las gracias, lo hago porque habéis sufrido mucho y merecéis este descanso, recuperar fuerzas y hablar.
A_ Si –sonrió ampliamente-. ¿Puedo darle un abrazo?.
P_ Pues... si –sonrió de lado un tanto desconcertado por la pregunta.
Se reunieron todos en el comedor, cuando salieron las dos, vieron a un Pedro con gesto de máxima concentración hablando con Encarna, Natalia lo primero que hizo fue buscar a Alba, sus ojos recorrieron todo el comedor y no la vio, aquello le hizo dar un vuelco el corazón, sintió miedo.
R_ ¡Ya estamos aquí!. ¿Y Alba? –agradeció que su madre lo preguntara.
En_ Está con Teresa cambiando a Daniel –les sonrió.
R_ Bueno cariño pues cuando quieras.
P_ Natalia cuídate hija, espero poder solucionar lo que tengo y volver pronto.
N_ No te preocupes –seguía buscando la figura de su mujer tras la puerta.
R_ Esperamos a que salgan ¿no Pedro?.
P_ Sí claro.
En_ ¡Alba! –la llamó su madre sobresaltando a Pedro y provocando en Rosario una sonrisa-. Esta hija mía, ¡dios me pone de los nervios!.
N_ A mí también –susurró Natalia guiñándole el ojo.
En_ A ti también, a ti también –repitió poniéndole un gesto gracioso.
A_ ¡Mamá se puede saber por qué me gritas!.
En_ ¿Y por qué te voy a gritar yo?, mira, puede ser porque tus suegros se van y tú eres muy lenta
A_ Vale, vale –se acercó dándole el niño a Rosario omitiendo a una Natalia que la miraba fijamente.
T_ Estaba llorando –le dijo acercándose a Natalia-. Tú verás que haces o espabilas o te espabilo.
N_ Espabilada estoy –le susurró mirándola con dureza-. La niña de tus ojos no puede llorar un poquito ¿eh?.
T_ La niña de mis ojos lleva mucho tiempo llorando por ti guapa –hablaban en voz baja casi inaudible para el resto.
P_ Venga será mejor que nos despidamos ya o caerá lo noche y no me apetece conducir sin luz.
R_ Bueno Teresa volveré pronto –se abrazaron besándose.
T_ Eso espero.
A_ Os espero afuera –dijo Alba que quería tomar aire fresco pues sus lágrimas eran complicadas de retener.
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Adiós Alba // Albalia
FanfictionSinopsis: Alba y Natalia se verán enfrentadas a una seguidillas de sucesos, entre malos entendidos, mentiras y engaños. ¿Serán un matrimonio a prueba de todo? Adaptación Historia original de Idana