Capítulo 59

519 44 2
                                    

En aquel momento llamaron a la puerta. Alba fue abrir, pensativa

A_ ¿Qué ha querido decir con pensar y valorar?. Dios mío ¿no serán nuevas lagunas...?, ¿no estará pensando en ... dejarme?....

--------------------

Y así con un gesto de preocupación abrió la puerta, ante ella una sonriente Carmen que miraba divertida aquel cartel que Natalia había colgado y que el que Alba se había olvidado completamente de él.

Ca_ ¿Molesto?

A_ No Carmen, claro que no, tú nunca molestas ya lo sabes –sonrió y al ver el gesto de la mujer con sus cejas dirigiéndolas hacia el cartelito añadió-. Cosas de Natalia.

Ca_ Me encanta esta Natalia... oye, mírame, ¿qué te pasa?

A_ Nada Carmen

Ca_ ¿Seguro?, mira que a mí no me engañas

A_ No es nada

N_ ¡Carmen! –apareció Natalia con su amplia sonrisa y se dirigía hasta ella-. ¿Pero qué haces en la puerta? –la abrazó con cariño.

A_ Pues que está aún alucinando con tu cartelito Nat...

N_ ¡Ah! –dio una carcajada acompañada por la mujer

A_ No le veo la gracia ¿eh? –dijo un tanto seria arrancando el cartel y yéndose hacia la cocina

Ca_ ¡Vaya se ha molestado! –le dijo mirando un tanto intrigada a Natalia

N_ No, está cansada

Ca_ No me extraña hacéis unas caras –dio otra carcajada

N_ ¡Pero vas a pasar o qué!, anda pero si vienes cargada. ¡Alba!

A_ ¡Qué! –le dio un grito desde la cocina

N_ Anda ven ayúdanos que Carmen viene cargada –le decía sin gritar pero alzando un poco la voz

A_ ¿Y por qué no me lo has dicho?

Ca_ Pero si no es nada... veréis es que he pensado que mejor tener ya todo aquí hoy, así mañana podéis estar un ratito más solas –entraron en la cocina

A_ Oye Carmen nos tienes que decir cuanto te debemos ¿eh?, para nada vamos a dejar que gastes tú dinero por nosotras

N_ A ver cariño –la apartó un poco y cogió un poco de frambuesa

A_ Nat... estoy haciendo la comida

N_ Ya... tengo hambre –la miraba fijamente

A_ Pues creo que no deberías comer ahora, ¿eh?

N_ Joder Alba pareces mi madre –le dijo sonriendo

Ca_ Eso sabes porque –decidió intervenir porque notó el comportamiento un tanto extraño de Alba-. Porque te ha estado cuidando tanto que piensa que debe continuar con su protección

N_ Si es que mi Alba es un encanto –la abrazó por detrás dándole un beso en la mejilla

Ca_ Ni que lo digas

A_ Anda, anda –le hizo que se apartara suavemente

N_ ¿Cómo está mi niño? –aquel mi, no pasó desapercibido para Alba que estaba pendiente de todo cuanto Natalia hablaba

Ca_ Pues está hecho un sol con su abuelo Fermín jugando en las caballerizas, pero no os preocupéis, en cuanto llegue lo baño

A_ No te hemos dicho nada –le dijo con tono conciliador

Adiós Alba // AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora