Capítulo 3

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Salimos del estacionamiento sin mencionar ninguna palabra, me incomoda el ambiente tenso que se ha formado entre ambos, por eso mismo bajo el vidrio hasta el final dejando que el viento entre de una manera agradable, sonrío cuando mis pelos locos me golpean la cara provocando una sensación de cosquillas.

— Nunca había visto una chica disfrutar cuando el viento la despeina

— Quizás solo concoces chicas vacías por dentro y muy arregladas por fuera

— ¿Y tú no eres así?

— ¿Te parezco la típica chica de la escuela? —  aparto el pelo de mi cara mirandolo

— Digamos que 50 y 50 — resoplo cruzando mis brazos — varios andan detrás de ti pero no te lo dicen

— Y eso lo descubriste llevando solo dos días de clases, que genio eres

— Soy muy bueno escuchando conversaciones — sonríe mostrando sus dientes perfectamente cuidados

— Entonces eres un metiche — asiento dándome la razón yo solita — pero explícame según tú ¿por qué no me lo dicen?

— Porque dije que eres lesbiana

Grito tan fuerte que me atraganto con mi propia saliva provocando que comience a toser exageradamente.

— ¡Pero qué te pasa idiota!— golpeo mi pecho tratando de calmarme — ¿por qué dijiste eso?

— Eres insoportable por eso me tomé el atrevimiento de alejar a los pobres chicos que iban a caer en tus garras

— Me las vas a pagar maldito walker —si las miradas mataran él ya estaría muerto y bien muerto mientras yo bailaria sobre su tumba

— Dylan —lo miro sin comprender —  Ese es mi nombre, no Walker

Apreto la mandíbula conteniendo las ganas de golpearlo o gritarle insultos que se me vienen a la mente, dejamos de hablar por unos 10 minutos que quedan de camino hasta su casa.

Una mansión

Aja yo también la veo, gracias.

Desquitate con Dylan no conmigo

Pero si somos la misma persona ¡estúpida!

Si tu sí

Ya callate

— Bajarás o te debo llevar en brazos

— Ni en tu mejor sueño

— O pesadilla mejor dicho — gruño debido a sus reiteradas provocaciones

Bajo del jeep caminando hasta la entrada de su casa, muevo el pies impaciente al ver que camina tan lento que podría tomar una siesta y aún asi despertaría antes de que llegue.

— Mi tortuga camina más rápido que tú

— Que bien, nadie te preguntó — pasa de largo hasta la puerta donde introduce una llave en la cerradura, se escucha un clic y por fin cede dejando a la vista un amplio pasillo color perla — entra

Trago saliva emitiendo un ruido demasiado fuerte que seguramente Dylan escuchó, evitando pasar otra vergüenza avanzo sin mirarlo pero su mirada es tan intensa que un calor abrasador se localiza en la zona de mi nuca sin mencionar que tengo el cuerpo tenso a mas no poder.

En segundos me alcanza caminando lo suficiente cerca de mi para que nuestros brazos se rocen, al final del pasillo hay dos más, uno hacia la isquierda y otro hacia la derecha en forma de T.

— Ven — pasa por delante doblando a la derecha, camino detrás de él sin protestar para evitar mas discusiones

Llegamos a una sala de estar más grande que el salón de clases, hay un televisor último modelo que ocupa la mitad de la pared, hay 5 sillones de tercio pelo color blanco muy lindos, una alfombra de piel que ocupa gran espacio y sobre ella una pequeña mesa baja. Hay varios cuadros colgados en las paredes pero intentando no mirar mucho busco a Dylan y lo encuentro observandome. Suspiro hablando por fin.

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