Sueños Rotos

Capítulo 38

Bostezo abriendo mis hermosos ojos que son molestados por un rayo de sol.

Me siento un poco vieja

Yo siento que he envejecido un año más

Que raro ¿No?

Me levanto metiendo ambos pies en las pantuflas de chiporro, escucho demasiado ruido dentro de casa que me hacen estar alerta, salgo al pasillo bajando las escaleras y me relajo recordando que Nick durmió aquí anoche.

— ¡Feliz cumpleaños!

Sonrío sorprendida, ahora entiendo porque desperté con un año más de carga en mi espalda, es el sacrificio al ser tan bella ¡No te jode!. Corro tirándome sobre Nick, enredo mis piernas en su cadera besando ambas mejillas hasta que me aparta riendo.

— Gracias por recordarlo

— Y no solo eso — señala con su cabeza hacia atrás — todo esto es para ti

Volteo chillando, en la mesa hay muchos platos con comida.

— ¡Donas! — aplaudo cojiendo
una — sándwich con jamón y queso, mi favorito — hago un puchero a punto de llorar

— También hay jugo de frutilla natural, fruta cortada en trozos con chocolate derretido y panqueques con Nutella

— Nick gracias por todo esto, eres el mejor — abre sus brazos y no dudo en abrazarlo

— Lo sé enana — revuelve mi cabello

— ¿Y mi regalo?

— ¿Qué no lo ves? — entre cierro los ojos sin entender

— No

— Es el desayuno — se encoje de hombros

— Ah — ruedo los ojos escuchando su risa

Hoy 6 de agosto cumplo 18 años, muy cool ¿No? además este año tocó día sábado así que puedo celebrarlo como yo quiera.

Luego de comer todo, pero cuando digo todo es TODO aunque Nick comió poquísimo porque aja soy egoísta, voy a mi habitación para tomar una ducha, no sé si a ustedes también les pasa pero me da por pensar o reflexionar con profundidad cuando estoy debajo del agua, podría estar más de una hora metida en mi cabeza.
Estos últimos tres días han sido tensos para mí, fui a la escuela con normalidad cuando lo último que quería era asistir pero la vida sigue incluso con un corazón roto, he seguido llorando estas noches porque siento que es un capítulo no cerrado el tema de Dylan, en la escuela no ha tratado de acercarse ni hablarme pero eso está bien porque quiero mi espacio para pensar pero también siento la necesidad de verlo correr hacia mí, arrodillado pidiendo perdón o por último explicando lo que ocurrió.

Por WhatsApp no ha podido mandar mensajes porque lo tengo bloqueado y a Laura también, pocas veces la vi esta semana a diferencia de Dylan que va en mi salón, he tenido que sentarme con Antonia para poder ignorarlo.

Me visto con ropa cómoda un conjunto deportivo junto a unos tenis Nike, recojo mi cabello en una coleta alta, saco una chaqueta puffer sin mangas y mi bolso donde solo va lo importante.

— ¿Estás listo? — pregunto entrando a la cocina

— Desde hace 10 minutos

— Andando — le tiro las llaves de mi auto

— ¿No conduces?

— Tú — subo un hombro — soy legalmente por lo que si nos para una patrulla puedo ir detenida

— Gallina — alcanza a cojer mis mejillas tirando de ellas

— ¡Nick! — chillo golpeando su abdomen