Chillo enojada al ver dos huellas de barro totalmente distintas, una es de zapatos y la otra de animal.
— ¡Dereck!
— ¿Amor? — asoma la cabeza desde el baño
— Ven aquí — pido tajante
— Estoy bien en este lugar — sonríe con inocencia
— Te doy tres segundos — levanto mis dedos
— Vale, ya vamos
Cabizbajo sale de su escondite con Dixie a la siga, evito hacer un comentario respecto a como lucen ambos porque vienen de su paseo matutino y está lloviendo. Les doy indicaciones claras, bueno mejor dicho a Dereck se las doy porque Dixie no ayudará en nada, tiene exactamente una hora para limpiar todo el piso del departamento antes de que lleguen nuestros invitados, debe bañar a Dixie y tomar una ducha mientras yo voy a nuestra habitación para arreglarme.
Ha pasado un año exacto desde que con Dereck nos mudamos a un departamento que nuestros padres nos regalaron, queda a las afuera de la universidad. Los dos fuimos aceptados en la misma sin darnos cuenta porque no lo planeamos, pero sin duda es una aventura maravillosa de vivir. Dereck está estudiando Medicina Veterinaria y nunca creí verlo curar animales porque jamás habló de querer hacerlo, pero un día Dixie fue atropellada por un imbecil con auto mientras Jack la estaba paseando y terminó grave en el veterinario, tuvieron que hacerle cirugía en su cabeza pero ahora está bien. Después de aquello Dereck me confesó que de todas las profesiones que tenía para escoger iba a elegir Veterinaria, quería ayudar a todo animal indefenso que sufre a manos de humanos desconsiderados, va en su primer año y le encanta así que yo estoy feliz de ver como se esfuerza cada día.
Ahora Dixie vive con nosotros porque ambos la cuidamos y mimamos como si fuera nuestra hija.
Por otro lado estoy yo, entré a estudiar Derecho, pretendo esforzarme y estudiar tanto hasta ser juez. En parte tiene relación con todo lo que pasé por Raquel y Dylan, es un motivo muy grande el querer hacer justicia con la ley y tengo muchas ansías de que un criminal intente sobornar mi trabajo con dinero y en su cara decirle NO. Quiero que el día de mañana no hayan más casos como el mío, una sentencia que jamás llegó y todos olvidaron de que me la deben, sé que es un pensamiento amplio y que no basta con solo un juez correcto porque detrás hay 10 corruptos pero es válido soñar y luchar para lograrlo.
— Seren — entra con el ceño fruncido — ¿Dónde está la foto de la estación de policías?
Dejo caer mi ropa al suelo caminando hacia el baño de nuestra habitación, lo escucho suspirar y sonrío para mis adentros.
— La tiré a la basura
— ¡¿Qué?!
La cortina se abre con fuerza logrando que varios ganchos se rompan y de la parte derecha cuelgue hacia afuera.
— Tú la tendrás que reparar — aviso con los ojos cerrados
— ¿Puedo tomar una ducha contigo?
Su tono de voz ya no es dramático, es tímido y me encanta.
— ¿Y la foto?
— No me interesa, por ahora — susurra mordiendo su labio inferior
— ¿Limpiaste?
— Claro que sí — asiente — y también Dixie está lista
Me mira sin despegar los ojos de mis pechos y eso me hace sonrojar.
— Estás tardando, cariño — susurro
Se desviste con maestría y mucha rapidez, nuestros cuerpos se juntan formando uno solo. Los besos que me da hacen que todo mi cuerpo se estremezca de placer, acaricio sus brazos agarrándome de los hombros cuando me obliga a enroscar las piernas alrededor de su cadera, gimo sobre su boca y lo escucho murmurar palabras tiernas y calientes que siempre está atento de mencionar cuando estamos juntos, dejo caer mi cabeza hacia atrás para darle acceso a la piel de mi cuello que no tarda en morder y chupar, sin avisar se hunde con suavidad logrando que pida más.
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Sueños Rotos
Teen FictionSer una buena patinadora es la regla principal de Seren, una chica de 17 años quien en su día a día solo se dedica a entrenar y entrenar para alcanzar sus sueños. Algo que siempre busca es ganar, porque ella nació para triunfar en el podio del prime...