Odio los domingos porque encuentro que son el día más flojo de la semana o al menos para mi lo son.Abro los ojos y me asusto al no reconocer la habitación, me siento de golpe buscando respuestas y las encuentro de inmediato cuando Dylan sale del baño con todo el cabello mojado.
— Hola —saludo
— Ahí está tu bolso por si te quieres cambiar de ropa — señala un pequeño sillón que hay debajo de la ventana
— Gracias
Siento el estómago resolverse y me entran unas ganas de vomitar pero también de llorar, Dylan se gira buscando ropa en su clóset y es la señal que me da el universo para levantarme agarrar mi bolso y meterme al baño.
Bajo el agua me permito derramar un par de lagrimas por lo ridícula que me siento, para él solo fui una noche de sexo y nada más. Eso lastima mi ego como mujer pero más que eso llego a sentirme un poco usada aunque no debería porque sabía donde me estaba involucrando o lo que me estaba metiendo entre las piernas anoche.
Decido vestirme con un vestido holgado de verano y en vez de ropa interior un bikini, peino mi cabello haciendome una cola alta y dejo mis pies sin zapatos porque me gusta andar descalza, además imagino que pasaremos el día en el patio porque hoy hará mucho calor.
— Princesa— Dereck abre sus brazos esperando que lo abrace y eso es lo que hago, camino casi corriendo hasta encontrar su contacto — ¿Cómo estás?
— Bien —susurro contra su pecho— tengo hambre — me siento a su lado en la mesa para tomar el desayuno
— Toma — deja sobre la mesa una pastilla
— ¡Dereck! —grito avergonzada cuando veo que es la pastilla del día después, la que se toma al día siguiente de tener relaciones sexuales para disminuir la posibilidad de quedar embarazada
— Auch — se queja cuando golpeo su hombro con mi puño — no me culpes, Dylan me pidió que te la diera luego de que él la compró — bajo la mirada examinando el remedio — además escuché bastante acción y no pude dormir porque habían dos conejos teniendo sexo salvaje
— Me voy a terminar suicidando —dejo caer mi cabeza contra la mesa, se ríe burlándose de mis mejillas rojas
—¿Qué es eso? — me enderezo cuando Nick entra a la cocina junto a Madison y Emilio
— Nada — tomo rápidamente la pastilla llevándola a mi boca — para el dolor del cuello — hablo luego de tragarla
— Te quedó muy feo amiga — Madison me mira con pena y miedo, yo creo que más lo segundo porque ninguna imaginó lo impulsiva que es Raquel
— En un par de días se irá lo morado— le respondo tratando de tranquilizarla y la verdad es que ni yo puedo estarlo, si trató de asfixiarme por solo imaginar algo no me quiero enterar de lo que me hará al saber que tuve sexo con su novio.
— Mi patinadora favorita —Rebecca se sienta a mi lado enganchando su brazo con el mío — Tienes unas marcas de guerra horribles en el cuello — asiento haciendo una mueca, en mi piel tengo varios hematomas muy evidentes que vi frente al espejo
— Comamos —Welts llega con una bandeja llena de sándwiches y Laura llega con vasos de jugos
Tomamos desayuno sin la presencia de Dylan, no me extrañaría que estuviera tratando de evitarme.
— Hoy será día de piscina — anuncia William
— Al patio entonces
Cada uno se gana donde le apetece, yo me siento debajo de un arbol que hay a unos metros de la piscina.
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Sueños Rotos
Teen FictionSer una buena patinadora es la regla principal de Seren, una chica de 17 años quien en su día a día solo se dedica a entrenar y entrenar para alcanzar sus sueños. Algo que siempre busca es ganar, porque ella nació para triunfar en el podio del prime...