Capítulo 33

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Miro con impaciencia la hora en mi celular, quedan 10 minutos para que el timbre suene y por fin tengamos libertad.

— Deja de mover tu pierna — su mano apreta suavemente el interior de mi muslo

Lo miro mordiendo mi labio inferior y él relame sus labios sonriendo de medio mado.

— Estoy....ner....viosa — consigo decir entrecortado

— Lo puedo notar...mí Ángel — carraspea quitando su mano

Miro hacia su entrepierna y puedo ver un bulto, acerco mi mano dejándola sobre su ereccion y acaricio suavemente por encima del pantalón.

— ¿Puedo ir hoy en la noche a dormir contigo? — pestañeo lentamente sin dejar de ver sus ojos

— Ya nos puedo imaginar — me guiña un ojo

Inclino mi cabeza hacia la suya y junto nuestros labios en un corto beso para que la profesora no nos vaya a sancionar.
Si Dylan está ansioso por esta noche, yo lo estoy más ya que no hemos tenido sexo desde hace bastante rato, justo cuando estabamos a punto de tener relaciones sexuales hace dos semanas, me quité la ropa y noté algo raro en mi interior, fui al baño y el señor período había llegado, no pudimos concretar nuestra misión así que esta noche tendremos una cita sexual.

— ¿Te llevo? — pregunta levantándose con su mochila al hombro

-— No, amor — entrelazo nuestros dedos caminando por el pasillo repleto de estudiantes

— ¡Holaaa!

Freno mirando detenidamente a la persona que tenemos frente a nosotros.

— ¿Tú? — susurro entre dientes

— Francisca si buscas a Dereck no vamos en el mismo salón — niega con la cabeza Dylan

— Ah no — ríe cubriendo su boca —vine a traer mis papeles para trasladarme de escuela

Abro los ojos sorprendida y Dylan se acerca más a mi pasando su mano por mi cintura, quizás para evitar que me caiga.

— Wow y mi hermano ¿Lo sabe?

— No cuñadito es una sorpresa así que nos vemos — nos tira un beso y pasa corriendo por nuestro lado

Dylan se tapa rápidamente su cara para evitar que el beso volador llegue a su piel y me da risa.

– Está loca de amor — comenta riendo

— Se vienen días difíciles

— Mientras no quede en nuestro salón, digo por ti porque yo me llevo bien con ella — encoje los hombros

— Que considerado mi amor pero mejor ni lo digas o se hará realidad

Arrugo la nariz imaginando la situación, en todo caso nos hemos llevado mejor desde el día que fuimos a la playa, entonces igual ya no es incómodo o tan desagradable tenerla cerca y con Dylan se lleva relativamente bien, no me da celos que conversen como si me dan con Antonia.

— Ya llegaron —  volteo pasando mis brazos por su cuello

— Mucha suerte y sé fuerte¿vale? – rodea mi cingura apretandome

— Sí — asiento para luego besarlo, nuestras lenguas se entrelazan dansando la melodía del amor — te veo esta ñoche

— Exacto — besa mi frente soltandome

Giro caminando hacia el auto que conozco desde niña, intento avanzar más rápido apoyando con fuerza el bastón en el suelo, ya estoy comenzando a temblar del nerviosismo.

Sueños Rotos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora