Comienzo a despertar por un constante dolor que tengo en la rodilla, abro un ojo viendo que las cortinas ya están corridas pero la ventana cerrada, abro el otro ojo acostumbrandome a la luz brillante que embellece la habitación de hospital.
Escucho unos ronquidos muy cerca de mi oido y recuerdo que Nick está a mi lado.
— Oye....Nick — lo empujo con el hombro para que despierte y el muy imbecil no lo hace — ¡Ay! Mi PIERNAA
Se sobresalta con mi voz elevada y se mueve hacia al lado rodando, al hacerlo quita de arriba su pesada pierna de la mía alejando el dolor, lamentablemente se le olvida que estamos en una cama de hospital y termina cayendo al piso.
— ¡Seren! me tiraste— se queja aún adormilado
—¡Yo no fui!— me defiendo cruzando mis brazos
— Aja y yo soy Harry Potter — rueda los ojos poniéndose de pies, suelto una carcajada burlandome — que lindo escucharte reír
Se acomoda la ropa y comienza a colocarse las zapatillas.
— No te vayas....por favor— susurro
— Iré a casa a ducharme y vuelvo — toma asiento en la cama y acaricia mi mejilla
— Nick — tomo su mano entrelazando nuestros dedos
— Anoche soñé algo
— ¿Qué fue?— pregunta
— ¿Recaiste?— preguntarlo me aterra pero debo hacerlo, se tensa y aparta su mano de la mía, frunzo el ceño preocupada — Nick responde
— Vuelvo después, no tardaré pequeña
Da media vuelta y arranca, se pierde de mi vista luego de cruzar la puerta.
Soñé con él, en el sueño Nick estaba en la esquina de un callejón muy oscuro, estaba recostado en la pared mientras se metía un par de pastillas a la boca. Yo intentaba acercarme pero solo era aire, simple aire como si no fuera mi sueño y estuviese metido en otro.
A las 10:00 am me visitan ambos doctores, conversamos un rato sobre todo un poco, mi ánimo no es el mejor pero al menos puedo responder preguntas sin llorar, aún no quieren cambiarme el dispositivo de oxígeno para no arriesgarse por si tengo otra crisis como la de ayer.
Comentan que a lo mejor me daran de alta en tres días dependiendo de como evolucione, no tengo apuro en irme a casa porque no sé lo que me espera.A las 14:00 pm entra una señora con pinta de cocinera, me entrega una bandeja con el almuerzo. Obviamente es un tremendo desafío por la mascarilla, llamo a una enfermera y la cambia por la naricera solo por el momento, luego debo llamarla para que me instale la mascarilla otra vez.
Mastico lentamente aunque solo es un puré de papa con zapallo, ayer con el golpe que recibí en la mandíbula al caer, me dejé la zona con un hematoma o eso dijo la enfermera cuando me cambió la mascarilla y chille porque me tocó. Tiene un sabor rico pero sin sal, para mi gusto está bien.
Termino de comer y presiono el botón para llamar a la enfermera, tarda un par de minutos y cuando entra me cambia la cosa esa molestosa que he hablado mucho ya, también se lleva la bendeja y me informa que tengo visita.
Peino un poco mi cabello con los dedos para no parecer bruja, tengo varios nudos asi que mucho no puedo hacer.
La puerta se abre y por ella entra el policía, hago una mueca que él alcanza a ver y sonriendo se posiciona delante de mis pies.
— Hola Seren, soy Carter — su manera de hablar es calmada y resulta agradable
Asiento una vez en modo de saludo, sonríe mostrando sus dientes, no son derechos ni muy blancos, son normales.
ESTÁS LEYENDO
Sueños Rotos
Teen FictionSer una buena patinadora es la regla principal de Seren, una chica de 17 años quien en su día a día solo se dedica a entrenar y entrenar para alcanzar sus sueños. Algo que siempre busca es ganar, porque ella nació para triunfar en el podio del prime...