Capítulo 24

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— Mmhhh

Suelto un gruñido cuando destapo mi brazo para alcanzar el celular que está tirado en el suelo e inmediatamente se pone helado por el frío que hace.

—¿Aló.....Diga...me?— balbuceo medio dormida

— Seren, habla la oficial Torres

Me enderezo pestañeando rápido para despavilar.

— Hola — saludo sin saber que decir

— ¿Puedes venir a la estación para conversar?

Aparto el celular prendiendo la pantalla para ver la hora, abro mis ojos espantada viendo lo temprano que es.

— ¡Torres son las 05:00 de la mañana!

Dejo caer mi cuerpo hacia atrás y la cabeza rebota contra el cojín.

— Agradece que lo hice ahora y no antes, estoy en turno desde anoche he estado aguantando las ganas de llamarte desde que entré — explica

— Ya veo que me extrañas — suelto una pequeña carcajada molestandola

— Tienes media hora

Intento replicar pero corta el llamado dejándome con la boca abierta, pataleo solo con una pierna ahogando el grito que quiero expulsar, odio con la vida ser despertada antes de las 06:00 de la mañana porque muy distinto es abrir mis bellos ojos yo solita.

Me levanto mirando mi patética pero cómoda cama, el sillón. He dormido desde el lunes aquí para evitar incomodar a Nick, si bien las cosas están estupendas no quiero dar un paso en falso retrocediendo lo avanzado.

Aunque le molesta bastante el hecho que esté presente en todo momento, pero lo acepta. A esto me refiero a que cuando viene Madison solo pueden estar en la cocina o living y si tienen ganas de coger me deben decir para que vayan a la habitación.

¿Incómodo?

Claro que sí, no solo para ellos porque a mi no me hace gracia la situación.

¿Por qué lo hago?

Porque debo evitar a toda costa que Nick consuma, para mi Madison no tiene valor alguno desde el momento en que traicionó la integridad física y psicológica de su novio.

Se supone que cuando uno está con alguien debe tomar decisiones en conjunto y ambos velar por el bienestar del otro, no quiero decir que Madison deba ser la niñera ni la madre de él pero si ella está acostumbrada a drogarse no tiene ni tenía que proponerselo a Nick.
Quizás Madison no sabía de su adicción pero de todos modos no debió hacer que la probara.

Casi las 24 horas del día me siento intrusa en la relación de ambos, de repente estoy tan centrada en seguirlos que olvido comer, pero son daños reparables. También sé que Nick se siente hostigado pero es la única forma que se me ocurrió para verlo mejor, algún día cuando se recupere me dará las gracias por todo.

Salgo cerrando la puerta despacio y voy hasta el auto de mi acompañante, al verme baja para ayudarme.

— Hola princesa

Ya ambos arriba prendo la calefacción para subir la temperatura.

— Hola Dereck, perdón por molestarte tan temprano y en tu cumpleaños

— Tranquila, estaba despierto — se encoje de hombros comenzando a conducir

— ¿Por qué? ¿Pasa algo?

— Estaba haciendo unas cosas en el computador

— Ahhh bueno pero de todas maneras te lo recompensare — tiro de su mejilla levemente haciéndolo reír — y Feliz cumpleaños pandillero

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