Capítulo 35

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Julio......

Así como ven ya estamos en julio, este mes del año se caracteriza por ser frío, nublado y húmedo, todo gracias al invierno porque si antes hacía frío ahora lo hace más pero no quiere decir que esté mal, para mí es tan perfecto como comerse un pote de Nutella en el sofá viendo  series en Netflix.

Tan perfecto como el día que Dereck terminó con Francisca.

Oye no seas cruel, recuerda que no debemos burlarnos de la desgracia ajena

¿Desde cuándo?

Mhhhh desde siempre, solo que a veces  cuando alguien nos cae como patada al higado, se nos olvida y ni modo

Ya pero Francisca siempre nos ha caído mal

¿Crees que no lo sé?

Entonces hay que reirnos a boca abierta

Noooo, bueno si pero no, es que es malo  de todos modos

La consciencia que me tocó y yo claramente no vamos por el mismo camino, aunque muchas veces he dicho cosas horrendas de Francisca ahora ya no me apetece hacerlo. Menos cuando entendí que su modo de actuar como perra despreciable superior al mundo entero, es básicamente por su madre y lo descubrí cuando fuimos a su casa por una grandiosa fiesta que se montó.

FLASHBACK

— Wow tremenda casa — suspira enamorado Emilio

— Eso no es casa, es una mansión en todo su explendor — admito embobada

Incluso mis padres siendo sus amigos, nunca me trajeron a la casa de los Turine y bueno, ellos no me invitaban porque Francisca y yo somos una bomba de tiempo juntas.

Mi amor

La chillona salta enroscando sus largas  piernas en la cadera de Dereck, sus manos apretujan el redondo y voluminoso trasero que tiene gracias a la genética y patinaje.

..........

Bailo y sacudo mi cuerpo con menos brusquedad que los demás pero Dylan se ajusta a mi ritmo.

— Estoy cansada — jadeo levantando mis brazos hacia el techo

— Vamos a esos asientos — sus dientes mordisquean mi cuello pegando su pelvis a mi trasero

Asiento gustosa  tomando su mano hasta tirarlo y sentarnos cada uno en un taburete en la barra del bar.

Esto parece palacio — comenta bebiendo de un trago que pidió

— Lo único que podría envidiarle es su casa — admito

Miro hacia arriba sin poder creer que sea tan alta la estructura, el techo tiene pintada una obra de arte ¿Cuál? Ni idea porque hay luces de varios colores que si te concentras en ellas puedes quedar todo mareado, tiene  pilares gruesos esculpidos en cada esquina  y el piso es de baldosa tan blanca que casi termina por ser transparente.

— Amorrrrrre mí-oo

Un muy ebrio Emilio se tira sobre mis brazos agarrándome del cuello, mejor dicho se cuelga y casi me voy derechito al suelo si no es por Dylan  que me sujeta de la cintura.

— Emilio, tomaste demasiado

Entre los dos logramos sentarlo sobre un taburete aunque corremos riesgo de que termine en el suelo porque se tambalea de lado a lado.

— Serennnnnn a-mmm-oo tú pel-ooo

Coje un mechón de mi cabello y juega como niño pequeño.

Sueños Rotos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora