Todo revolvía recuerdos viejos pero apreciados para él, que lastima que ella no recordara todos y cada uno que vivió a su lado. Se paseaba de un extremo a otro de la habitación, volviendo en sus pasos una y otra vez, con una mano trás la espalda, y la otra posada en su mentón. Buscaba y rebuscaba entre su infinita sabiduría, no tan infinita, pues para todo no tenía la respuesta, como en ese momento, que no encontraba la solución que quería. Imperfecta..... ¿Tendría eso algo que ver? ¿Podría ser un desperfecto en su ser? O talvez no, después de todo él siempre se aseguró de que ella estuviera bien, y que sus desperfectos no la afectarán como ángel.
A ella se le negaba muchas cosas solo por ser así, no era su culpa claro, pero esas eran las reglas para un ser tan impredecible como resultó ser Hana. Se le negó el derecho a portar baculo, pues ese instrumento era un medio por el cual concentrar su poder. Se le negó el derecho a la libertad, los otros angeles podían ir y venir de las tierras celestiales, en busca de observar a los mortales por aprendizaje, pues según, ella podía afectar a las especies que llevaban una armoniosa evolución. Se le negó muchas más cosas que eran escenciales para todo ángel, y todo por algo que fue un error de su creador. En un principio se planeó destruirla, pero se descartó esa idea, pues era una de los primeros angeles que se creaban, y en esos momentos Zen oh Sama no había impuesto la ley de que los imperfectos serían destruidos, pues si no podían cumplir sus propósitos por el cual eran creados, no tenía sentido que mantuvieran sus existencias. Hana se salvó Gracias a qué Daishinkan la había elegido, sino hubiera tenido el mismo destino que otros desafortunados angeles que nacieron imperfectos.
Daishinkan no tenía ese propósito de crear ángeles, de eso se encargaba aquel ángel. Él se encargaba siempre, de reinar a esos ángeles, y ser el Gran Sacerdote, aquel que está detrás de el rey del todo, obrando según los criterios del rey y todo sobre la existencia.
Tenía que decirle a esa ángel el propósito que se le iba a otorgar, ella portaría en su vientre la vida de sus hijos. Luego de aquella charla en la cual la defendió de su creador, fue llamada a Hana, delante de Daishinkan. Ella no tenía ni idea de cuál era el asunto por el cuál se solicitaba su presencia delante de él, pero pronto lo sabría.
- ¿Necesita usted de mi? Gran Sacerdote - Pregunto haciendo una pequeña reverencia ante él.
- Si, preciso de algo muy importante de parte de usted - le decía mirándola de pies a cabeza. Habitualmente no haría eso, pero solo la estaba analizando para confirmar si no se equivocaba.
- ¿Podría saberlo? - le pregunto sin mirarlo a los ojos, pues estaba ante su rey, y podría creerlo impropio he indigno de ella.
Daishinkan soltó un suspiro, estaba a punto de sellar aquello al que los mortales llamarían compromiso, el cuál no estaba muy emocionado en cumplir, pero era una orden que debía acatar. Lo único que de verdad le agradaba, era esa joven ángel, ella podía hacer agradable esa experiencia a la cual sería sometido a casi fuerzas.
- ¿Ha estado enterada de que he estado buscando una compañera para engendrar mi prole? - le pregunto a aquella pequeña ángel, mientras mantenía aquel firme temple y sus manos tras la espalda como suele hacerlo siempre.
- Si, es lo que se comenta últimamente. La descendencia que guiará a los universos que el rey del todo tanto aprecia - respondió sin titubear.
- He de decirle que la elijo a usted ...... - le dijo al fin, para acabar con aquel martirio al que sometía a la pobre ángel, quien temblaba un poco ante la imponente postura de su rey.
Paralizada, bloqueada, anulada, eran uno de los términos con que definir el estado de Hana en ese momento. Se sentía fuera de si, era como si le dijeran el disparate más grande del mundo ¿Elegir a una imperfecta, mientras existen muchas en exelentes condiciones? No tenía sentido, su mente divagaba con esa frase que de la boca de la insensatez misma le pareció salida. Agobiada por lo que dijo él, apenas y pudo reaccionar con lo que creyó prudente en ese momento.
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Imperfecta
FanfictionDe ella algunos dicen que era imperfecta, otros que fue una gran madre ¿Que es de esa ángel? Aquella mujer que tuvo el honor de llamarse la esposa del Gran Sacerdote. ¿Quien era? ¿Dónde está? ¿Que le paso? Aquella dulce mujer, con el misterio de el...