Estaba terriblemente desesperado, no tenía opción, debía escoger lo que funcionaria a la brevedad, y eso era utilizar a su hijo, el cuál estuvo por mucho tiempo esperando por nacer, él también necesitaba de ella, la madre que lo dejo en pausa sin querer. Enfrentar el problema de frente a esa realidad que le estaban negando por miedo, esa era la mejor opción que ocultar todo como polvo bajo la alfombra hasta que sus memorias les de la gana de hacer acto de presencia.
- Se que está despertando, Gran Sacerdote. Pero ha de tener en cuenta, de que también soy padre - aclaro Adriel en defensa de los suyos.
Si, Adriel era padre como Daishinkan, aunque de diferentes maneras. Él era por medio de la creación, todo lo que creaba era mediante su propia energía, lo que los hacia una extensión de él, nacidos a partir de él, lo que los convertía en sus hijos, a Hana, Leiko y muchos más. No estaba manteniendo un afecto especial a Hana, solo defendía lo que era suyo también, la creación que partió de él algún día, la que fue parte de su energía. Debía admitirlo, él también tenía afecto como Daishinkan, si no los tuviera, no le importaría tanto sus creaciones al punto de argumentar tanto sobre el asunto con Daishinkan, además de querer ayudar.
- Lo sé, no lo he hecho solo por mi hijo, sino principalmente por el bienestar de ella - declaró pasando por un lado de este, para adentrarse al templo Zen.
- Adriel Suspiro ante éso - Solo le pido tenga cuidado - suplico él.
- Veo que te has dejado llevar por sentimientos mortales También, Señor Adriel.... - acuso volteando levemente para verlo por sobre el hombro con ironía y una sonrisa característica de él.
Acusar de sensibles a Hana, Daishinkan, además de sus difuntos hijos, cuando él también los guardaba muy en el fondo. Si, todos sentían, por eso existieron angeles imperfectos, pues heredaron esos detalles de sus creadores y progenitores ¿Para que negarlo? ¿Para que prohibir eso que siempre existió en su raza? Siempre quisieron crear una especie ideal, perfecta; cuando ellos tenían defectos. Todo contradecía a los creadores, a los 5 Grandes, aquellos guerreros que ayudaron con la creación de los universos. No se puede crear algo perfecto, si el creador es imperfecto.
Que ironía, la perfección nunca existió. Ni en el principio de la creación, ni ahora que pasó tanto a lo largo de esta.
Destrucción, creación Imperfección y defectos. Todo un ciclo repetitivo, pero viendo a profundidad, se pregonaba, se exigía y demandaba algo que nunca existió. ¿Que tan equivocados estarían todos? La respuesta quedaba entre deidades y mortales, allí todo queda al descubierto, ambos eran parte de el otro, y ninguno diferente. Las creaciones son reflejos de sus creadores. Los mortales heredaron los defectos de los Kaioshin, los Kaioshin heredaron sus defectos de aquel sujeto que los creo. Al igual que los angeles, los hijos de Daishinkan heredaron los defectos de él y de Hana, y Hana heredó los defectos de su creador. Todo una larga cadena que respondía ante esa pregunta ¿Que tan equivocados estarían todos? Tanto que desde el principio hubieron errores que marcaron sus pasos en ese mapa para dejarles señalado el camino a las próximas generaciones, indicándoles que el camino era Imperfecto y carente de escrúpulos.
¿Y que hay de la destrucción? Esa solo estaba para deshacerse de la Imperfección, para que luego los Kaioshines volvieran a crear Imperfecciones. ¡Que ciclo sin fin! ¡Que gran mentira! ¡Que gran farsa! ¿Para que se engañaban? ¡Nunca existió la perfección! Deidades para destruir Imperfecciones, angeles para guiar que no hubieran defectos, todos y cada uno de los peones creados para esconder eso que era inevitable en un tablero de ajedrez casillas blancas como el sentimiento y negras como la negación.
Un mundo idílico ¡Que gran farsa! Querrán decir un mundo ficticio que crearon sobre un cementerio de mentiras rotas y desubicadas.
Todos estaban enterados de su próximo hermano, todos y cada uno de los miembros de la prole celestial. Daishinkan les informo sobre el asunto a sus hijos, y les pidió atención y cautela por lo que venía con ese ángel próximo a nacer.
ESTÁS LEYENDO
Imperfecta
FanfictionDe ella algunos dicen que era imperfecta, otros que fue una gran madre ¿Que es de esa ángel? Aquella mujer que tuvo el honor de llamarse la esposa del Gran Sacerdote. ¿Quien era? ¿Dónde está? ¿Que le paso? Aquella dulce mujer, con el misterio de el...