Capitulo -33

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Rápidamente salto de la hamaca, más no pudo. Solo logro que la hamaca diera un giro y terminara al final, estrellandolo de cara contra el suelo. Cómo pudo se arrastró hasta quedar a los pies de Daishinkan y así poder postrarse ante él. Amour al sentir el sobresalto de Bills, levitó para evitar que Bills lo tirará con él. Ya lo había hecho por instinto de angel. Reflejos de  ultrainstinto, al menos de bebé.

- Gra... Gran Sacerdote, es un honor recibir una visita suya - dijo temblando con los ojos abiertos a más no poder y sudando a mares Sin levantarse del suelo.

Daishinkan no le prestó ni la más mínima atención a Bills, su atención estaba completamente enfocada en su pequeño hijo que no conocía hasta ahora. Amour lo miraba con curiosidad mientras flotaba a un metro y medio de distancia de él. Sus ojos de repente se llenaron de un brillo extraordinario, se dió cuenta de algo. ¡Él era como su madre! Sintió eso, ese lazo que era igual al de su madre. Era el lazo sanguíneo y energético, aquel que le heredaron. Tras abrillandarse sus ojos, una Sonrisa tierna se dibujo en sus pequeños labios, sin dudar se tiró a los brazos del que no sabía que era su padre.

Daishinkan sin dudar recibió a su pequeño ángel por primera vez en sus brazos. Una risa sonora escapó de él, le alegraba por fin conocer a su pequeño. Sabía estaba violando la promesa que le hizo a Hana, pero no podía soportar no estar con su hijo, mínimo quería conocerlo.

- Do..te - balbuceó Amour, intentando llamarlo como lo nombró Bills "Gran Sacerdote".

- Padre. Debes llamarme padre - lo corrigió Daishinkan con ternura sujeta a su tono de voz.

- Pa..pa - lo nombró Amour.

- Padre - reitero Daishinkan, quien insistía en que lo llamara cómo era debido.

- Papá - pronunció con claridad sus primeras palabras.

Daishinkan suspiro encogiéndose de hombros, debía ceder ante éso. Sabía que eso no lo podía ganar, al menos por los momentos dejaría que lo llamara papá, pues no estaba en edad para entender nada.

Lo sintió tan pequeño y frágil entre sus brazos, siempre le agradaba esa sensación de tener a sus pequeños hijos en brazos, lo hacían mover sus ternuras internas. Aquellas que nunca mostraba, solo con sus hijos bebés.

El pequeño ángel recibió un llamado de su curiosidad, quería indagar también en ese sujeto que le decía que lo llamara padre. Puso sus pequeñas manitas sobre las mejillas de su padre y así mirarlo fijamente. Un pequeño impulso le pidió su curiosidad. Abrió su pequeña boca y pretendía chupar la nariz de Daishinkan.

Daishinkan lo detuvo poniendo su dedo índice sobre su pequeño mentón.

- No hagas eso - le dijo Daishinkan.

A Amour no le agrado que no lo dejara hacer lo que su curiosidad le pedía, en respuesta un puchero con amenaza de romper en llanto y movió bracitos y piernitas. No como berrinche, sino por qué quería y no podía.

Daishinkan no lo quería hacer llorar, pues sabía que Hana lo iba a escuchar he iría a verlo y así se daría cuenta de su presencia. Había ocultado su energía de todos menos de su hijo, pues quería que lo reconociera como un consanguíneo. Por eso Bills se sorprendió tanto al verlo, puesto a qué no lo sintió llegar.

Amour hizo un segundo intento con empeño de llevar a su boca la nariz de Daishinkan. Esta vez logro algo, chupar la mejilla de su padre.

- Que no lo hagas - reitero Daishinkan - mejor toma esto, tiene mejor sabor que mi rostro - le dijo Daishinkan tras un chasquido hacer aparecer una paleta color rosa.

Amour miro con confusión y curiosidad a esa paleta, ladeó la cabeza y en sus dudas, decidió llevar eso a su boca. A la primera probada parpadeo un par de veces, le agrado esa sensación dulce en su boca. Nunca había probado algo, pues un angel no necesita comer, era su primer alimento, por así decirlo.

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