La mayor entre sus tantos hermanos, la que vió crecer a todos y cada uno, ella la única angel de la prole celestial que se atrevía a mostrar un mínimo de emoción de vez en cuando. Tan dulce y cándida, tan tierna y gentil, tal como ella veía en su madre, de ella lo aprendió al ver cómo criaba a sus hermanos.
Amour sentía curiosidad por esa ángel que le sonreía y le hablaba gentil. Cus solo le decía lo que su madre le decía a ella y sus hermanos, sabía que Amour talvez no había escuchado dulces palabras desde que nació, pues esas primeras horas de vida solo escucho dilemas, disgustos y llanto. ¿Que alusión se estaría haciendo del mundo? Talvez una cruel y despiadada, si, talvez esa, pero.... Estaría haciéndose la correcta. El mundo es cruel y despiadado. Mejor darle iluciones gratas a ese angelito que recién conocía al mundo y hasta ahora no escuchaba una frase linda que le diera dulzura a su vida.
Confundido, eso y mucho más se veía en la mirada de él pequeño ángel. Sabía que algún lazo tenía con esa ángel de dulces ojos que le hablaba. Podía sentirlo en la energía. Los angeles desde que nacen sienten sus lazos similares con otros, después de todo, parten de las mismas dos. Solo son derivaciones de esas dos energías, así que fácil era distinguirse entre lazos consanguíneos.
- ¿Por qué me miras así, pequeño? - Pregunto dulcemente a su hermano.
Amour paseó su mirada desde la de Cus hasta dirigirla a todos sus hermanos que estaban en la habitación. Un puchero se dibujo en su pequeña boca, indicando que quería llorar de nuevo. Era extraño, simplemente era extraño para él sentir tantas energías similares, solo confundían su propio Ki. Era normal, no les parecía extraño que un recién nacido este confundido.
Amour estuvo a punto de llorar pero unas palabras dulces de parte de su hermana mayor, detuvieron ese llanto. A cambio esbozó por primera vez una sonrisa tierna en sus labios, mirando también con alegría a Cus. A un niño fácilmente se le puede sacar una sonrisa, como también es muy fácil hacerlos llorar, pero por esta vez sonrisas puras adornaron su tierno rostro.
- ¿Vés? Era fácil - indico Cus al pequeño ángel.
Sola estaba Hana un par de días después, en el jardín del planeta. Miraba al cielo pero sin mirarlo a la vez, era como si allí no hubiera nada. Todo perdió color y gracia, todo era gris, opaco y sin vida para sus ojos color lila. Respiró hondo llevando gran cantidad de aire a sus pulmones y Pregunto, mejor dicho, exigió a ese aire respuestas.
- ¿Por qué seguiste su consejo? Te dije que no te dejaras guiar por lo que te dijeran. Les quitaron la vida, ¡Perdóneme! Yo no pude ayudarlos - exclamó al aire como si quisiera hablar con sus hijos difuntos.
Lágrimas corrían por sus mejillas, cristalinas que con la suave brisa se secaban al aire, dejando esa fría sensación en la cara, la sensación de desahogó. Se sentó en una piedra y llevo su rostro sobre sus rodillas para cubrir aquel amargo llanto.
- ¿Esta bien, madre? - Pregunto Whis quien de inmediato apareció junto a ella.
- No es nada grave, hijo - indico ella para suavizar la escena que presenciaba su hijo.
- Usted dice que no es grave, pero aún así se quiebra ante todo. Dígame... ¿Usted sabe algo que nosotros no? - Pregunto Whis ganándose que ella subiera su mirada hacia él.
Respiró profundo para evocar todo lo que recordaba bien y por desgracia.
- Todo comenzó cuando tus hermanos comenzaron a tomar sus puestos... - comenzó a relatar llevando la mente de Whis a esas épocas.
Camelot, Negroni, Daiquiri, Cebernet, Syrah y Malbec, unos ángeles que sufrieron por sentir emociones.
En aquella época los universos tenían otra numeración, puesto a qué luego de la destrucción de esos seis, se volvieron a ennúmerar los universos.
ESTÁS LEYENDO
Imperfecta
FanficDe ella algunos dicen que era imperfecta, otros que fue una gran madre ¿Que es de esa ángel? Aquella mujer que tuvo el honor de llamarse la esposa del Gran Sacerdote. ¿Quien era? ¿Dónde está? ¿Que le paso? Aquella dulce mujer, con el misterio de el...