Capitulo -36

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¿Que podía decir? Pues era verdad. Ni Hana ni Amour tenían el sello, gracias a qué Hana "murió" minutos antes y Amour acababa de nacer. Si, él sabía que no lo tenían, no se estaba haciendo el que lo olvido o lo paso por alto. Había una idea por su mente que le aterraba con solo imaginar.

Hana no soportaría ese sello sobre su cuerpo. No tenía voluntad como para aguardar sus emociones, mucho menos podría dejar de ponerse de un lado o del otro de la balanza. No era ecuánime, no podría nunca, acabaría desapareciendo si lo ponía sobre ella. ¿Y Amour? ¿Que repercusión podría tener ese sello sobre un bebé que apenas ni sabía que nombraba mal a su padre? Muy mal la verdad. Apenas era un recién nacido, no sabía lo que era bueno y malo, mucho menos sabría que no podía estar en ningún bando.

Se guardaba un secreto, uno que no podía delatar por ningún motivo a Zen oh Sama. Amour nació como Hana, imperfecto. Debía callar, ahora la ley decía que todo angel imperfecto debía ser destruido, pues no tenía propósito. No soportaría perder a su recién nacido, era inocente, era pequeño.

La verdad esa condición o estar bajo en qué a un angel se considera Imperfecto, no importaba. No significaba que todos serían un desastre como ángel, más la ley era la ley y no se podía cuestionar. No importaba si Amour era Imperfecto, si no le importó con su esposa, mucho menos le importaría que su hijo fuera Imperfecto de nacimiento. Merus lo fue y redimió su vida, ahora lo quería hacer por su pequeño ángel.

Después de todo, él era más sabio que Zen oh Sama por millones de veces más, guardar el secreto era demaciado fácil, pues solo Daishinkan y Adriel se daban cuenta cuando un angel era Imperfecto ¿Quien iba a delatar? Ninguno pues ahora era un conflicto entre los ideales de los angeles, no la ley que últimamente los angeles inferiores violaban sin que se dieran cuenta. Habían fallas que debían resolver.

- Verán, ahora no es momento para imponerlo sobre ambos. Lady Hana acaba de dar a luz, mientras que mi hijo es muy pequeño como para que su cuerpo lo soporte - explicó Daishinkan mientras se mantenía en una rodilla ante ellos.

Ambos Zen oh Sama se miraron con desconcierto. Era de esperarse, no entendían ni el 30% de lo que ocurría a su entorno.

- No entendemos - reprochó uno agitando sus bracitos.

- No entendemos ¿Si? - repitió la acción el otro.

Daishinkan suspiro para luego adornar su rostro con una sonrisa cortez para de la mejor manera explicar lo complicado que era, sin delatar la condición de ambos.

- Ninguno de los dos tiene las energías en capacidad para soportar algo tan complejo como el sello. Digamos que podrían acabar mal si lo tienen en estos momentos. Claro mientras se mantengan sin este, los mantendré bajo mi estricta vigilancia - explicó lo más simple que pudo. No se podría decir que entendieron a la perfección, pero confiaron en el criterio de Daishinkan para suerte de él.

- ¿Está bien?... - miró el presente al futuro con confusión.

- Si, está bien - le contesto el otro.

- Entendemos - dijeron ambos al unísono mientras levantaba sus manos al aire.

Uno levanto la izquierda mientras que el otro levanto la mano derecha. El otro Zen oh Sama al notar la diferencia, bajo su mano para levantar la izquierda también.

- Que bueno que pude aclarar sus dudas - respondió Daishinkan con una sonrisa de victoria, para luego ponerse de pie - ¿Algo más en qué los pueda asistir? - pregunto para concluir con el tema.

- Estamos aburridos ¿Si? - informó el presente.

- Si, estamos aburridos. Muéstranos un nuevo juego ¿Si? - solicitó el futuro.

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