7- Amigas

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¿Tenso? Sí, esa podría ser la definición del ambiente que estaban viviendo en ese momento.

Un ambiente familiar podría ser estar en total tranquilidad en la sala, cosa que era lo que ellos se encontraban haciendo en ese momento. Su madre leyendo un artículo en una revista de moda, su padre viendo algún tipo de noticia trágica en el televisor y ella escuchando música en sus auriculares mientras observaba fotos de animales en el móvil, todos juntos pero en silencio, cada quien haciendo las cosas por su lado, nada fuera de lo normal

Era tranquilo, ¿no?

No, no era tranquilo, ya que aquel silencio no era un silencio cómodo, era tenso, ya que todos tenían cosas que decir pero ninguno de ellos decían nada, era más allá de tenso incluso incómodo.

Arima notó como las miradas de sus padres se cruzaban de vez en cuando, y no se cruzaban por accidente, lo hacían en señal de algo lo cual ella no sabía que era, pero sea lo que sea podía predecir que no sería nada bueno para ella.

No sería bueno pero se sentía preparada, cualquier mentira creíble muy pronto saldría de sus labios. pronto vendrían preguntas al azar, era aquello lo que ella pensaba, todo estaba bajo control.

O eso creía.

—Saldrás más tarde, ¿no? —fue su padre él primero en hablar.

Había sido el primero en arrojar las cartas, ahora Arima debía ser astuta.

—Sí, faltan treinta minutos.

Lo más conveniente era responder como si nada, siguió deslizando uno de sus dedos en la pantalla, no había por qué estar nerviosa.

—Me gustaría conocer a tus amigas, hija.

Tal vez si había por qué estar nerviosa.

—Hoy no creo que sea posible, quedé en verme con ellas en una cafetería de la ciudad.

Era claro que las dichas amigas no existían, tampoco la cafetería, lo que ella haría era salir con Manjiro, pero no diría eso, llevaría la mentira hasta donde le sea posible.

—Diles que no puedes salir tu sola, ya es tarde. Te dejaré salir si ellas vienen hasta aquí a buscarte.

—Cariño estas siendo muy exigente —trató de intervenir su madre.

Una de las mejores técnicas para que nadie sospeche de tu mentira es hacerle creer que su acusación tiene algo de certera, es darle la razón a la otra persona para que en el momento que menos se lo espere, presentar las pruebas de tu mentira, haciéndola pasar por verdad y hacer quedar a la otra persona como un completo tonto.

—No —intervino esta vez Arima —está bien mamá, papá tiene razón, es tarde y las calles en ocasiones se vuelven peligrosas. Iré a mi cuarto y las llamaré, en el caso de que puedan seguro estarán aquí en poco tiempo.

Ambos asintieron pese a que sus rostros se notaban algo extrañados. Arima caminó a paso lento hacia su cuarto, subiendo las escaleras con total normalidad. Ya al estar dentro de su cuarto cerró la puerta y comenzó a buscar el número de Manjiro en su móvil, debía encontrar una solución rápido.

Podía simplemente cancelar la salida con Manjiro, pero sería sospechoso, si las amigas en realidad existieran ¿por qué tendrían inconvenientes en venir por ella? Comenzarían a sospechar y no lo quería.

—Hola Mikey, tengo problemas.

Yo también tengo algunos por aquí, pero dime primero que te sucede.

—Si estas ocupado...

No, anda dilo.

¿Tienes amigas?

¿𝘛𝘶́ 𝘛𝘢𝘮𝘣𝘪𝘦́𝘯? ━━━━ 𝘔𝘢𝘯𝘫𝘪𝘳𝘰 𝘚𝘢𝘯𝘰 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora