¿𝘛𝘶́ 𝘛𝘢𝘮𝘣𝘪𝘦́𝘯? ━━━━ 𝘔𝘢𝘯𝘫𝘪𝘳𝘰 𝘚𝘢𝘯𝘰

14- Playa nocturna

-Siempre tarda tanto... -susurró con desespero.

Una vez más el sordo tono del teléfono se hizo presente, se recostó en una de las frías paredes de la cabina telefónica esperando a que esta vez la llamada sea atendida. Comprendía su situación pero ella también tenía la suya.

Justo como Ran había prometido en la noche siguiente volvieron a salir juntos, y ahora ella se encontraba en la cabina telefónica de una oscura calle, esperando que la línea contraria al fin conteste.

Para su suerte la línea contraria al fin contestó, una sonrisa de ilusión se formó en sus labios mientras dijo:

-Hola mamá, ¿cómo estás?

-Bien... ¿y tú?

Su tono sonaba bajo y dudoso, sabía cuál era la posible causa de eso.

-¿Por qué hablas así? ¿Acaso hay alguien cerca?

Escuchó unos ruidos al otro lado de la línea, imaginaba que estaba caminando fuera de la casa o a alguna habitación. Luego la escuchó decir:

-Listo, estoy afuera, podemos hablar.

-Perfecto, y dime, ¿cómo va todo por allí?

-Va bien, ya sabes, no existen muchos cambios a lo que siempre es nuestra vida cotidiana -hizo una pausa -. Pero tú, ¿tú como estás?

-Eh... Igual que siempre todo va bien -mintió -aquí todo va de maravilla, salí ahora con uno de los chicos y por eso te llamó.

-Comprendo, ¿estas segura de que estás bien?

-Muy segura. Por cierto, ahora hasta tengo una mascota, Mikey me regaló un conejo negro hace unos días, deberías verlo, es muy hermoso.

-Si quieres que lo vea, deberías venir.

Tardó un poco en contestar ya que su voz se había atascado -Sabes que no quiero hacerlo... además papá sigue molesto conmigo.

-Lo creas o no, el jamás estuvo enojado contigo, solo estaba frustrado respecto a tus actitudes, fue un gran golpe para él.

Ya no quería tener esa discusión una vez más, sería inútil.

-Eso ya no es importante, creo que cada quien está feliz en su propio mundo. Así que ustedes sigan con lo suyo, sin preocuparse por mi.

-Pides cosas imposibles hija.

-No lo es, créeme que no.

-¿Como se supone que sabes eso? Tu nunca...

-¿Qué? ¿Nunca que?

-No discutamos ahora -lo cortó al darse cuenta de ello -es mejor desearte un feliz cumpleaños, ¿no es así?

-Lo... recordaste.

-Por supuesto ¿crees que tu madre olvidaría tu cumpleaños?, estas llamando para que te de las felicitaciones ¿no? Felicidades princesa, tu padre también te desea un feliz cumpleaños.

Alejó el teléfono de su oído mientras ahogaba un sollozo en la palma de su mano, sin entender la razón por la cual lloraba ante algo tan simple, tal vez los extrañaba.

Volvió a traer el teléfono a su oído.

-Gracias madre -sonrió, sabía que no podría verla, aún así lo hizo -. Y ahora como ya tengo lo que quería, es hora de que me vaya. Además hay un tonto mirándome mal desde hace ya un buen tiempo -dijo refiriéndose a Ran.

-Siempre eres así. Consigues lo que quieres y luego te vas.

-Existen costumbres que quedan -rió -. Hablamos otro día, debo irme en serio, podría ser peligroso quedarme más tiempo en este lugar.