¿𝘛𝘶́ 𝘛𝘢𝘮𝘣𝘪𝘦́𝘯? ━━━━ 𝘔𝘢𝘯𝘫𝘪𝘳𝘰 𝘚𝘢𝘯𝘰

34- ¿Podria andar mal algo?

Antes de que el chofer la llevara primero caminó hacia el lugar en donde se encontraban los demás, quería verlos primero y hablar un poco con todos ellos, necesitaba hacerlo para estar tranquila.

Allí estaban los altos mandos, todos ya preparados para irse, ella no sabía con exactitud donde se haría el enfrentamiento pero prefería que fuera así, si supiera donde era estaría más intranquila.

Ninguno de ellos se percató de su presencia hasta que los llamó:

—¡Hey!

Voltearon a ver hacia ella, sus expresiones indicaban duda, ella ya no debía estar allí en ese momento, también lo sabía así que se apresuró en decir mientras se acercaba más a ellos:

—Sé que ya no debería estar aquí pero quería verlos antes de que se fueran, ya saben será peligroso y... Les deseó suerte.

Su posición estaba rígida ya al haber parado de caminar, no se sentía intimidada de ellos, estaba intimidada por la situación. Jugó con sus manos mientras les decía eso, sus emociones colgaban de su pecho en ese momento, le preocupaba cualquier cosa que pudiera pasar, conocía del poder de la Bonten pero también sabía que no debía subestimar a nadie, y menos en el mundo tan peligroso en el cual ellos se encontraban.. Un paso en falso podía ser fatal en esa situación.

Tomó aire para así seguir:

—Chicos cuídense, lo que quiero es volver a verlos, quiero ver a Ran y Rindo teniendo discusiones, a Sanzu hacer locuras, a Koko contar dinero y a Kakucho mirándonos con semblante aburrido al igual que Takeomi. Quiero eso, así que no quiero que falte ninguno cuando todo esto termine, quiero tenerlos de vuelta aquí.

Una sonrisa altanera se hizo presente en Ran, el cual se acercó a ella y golpeó su cabeza, un golpe ligero que apenas y siquiera sintió —Estaremos bien, lo hemos hecho veces anteriores y siempre a salido bien.

Los demás asintieron con una ligera sonrisa, a lo cual Arima también sonrió hacia ellos —Confiaré en ustedes, además por sobre todo cuiden a Mikey.

—Claro que lo haremos —aseguró Haruchiyo encogiéndose de hombros.

Asintió dando una ultima mirada hacia ellos para susurrar un «suerte» y voltear para salir de allí, querría haberlos abrazado de la misma manera en como abrazó a Manjiro antes, pero sabía que posiblemente los incomodaría así que decidió evitarlo, además ellos volverían, así que no había porque alargar una despedida con abrazos.

Vio como Manjiro también caminaba por el pasillo contrario hacia ellos, tenía la mirada en el frente, pero al darse cuenta de que estaba allí desvío la mirada para verla, mientras ella levantó el brazo para así dar un movimiento de manos y saludarlo, también se despidió con un movimiento de manos, la fémina sonrió ante su acción para después seguir caminando.

Al llegar al estacionamiento abrió la puerta del negro auto para después subir en el asiento trasero, saludó de manera amable al conductor, el cual respondió de la misma manera para después poner en marcha el auto.

Salió de esa manera de la base de la Bonten, yendo por los caminos repletos de demás autos y con las luces de los edificios a su alrededor tintineando en el vidrio de la ventana del automóvil. Recostó su cabeza en el vidrio y cerró los ojos, esperando a que llegarán a su destino pronto y tratando de despejar un poco más su mente. Estaba segura de que esa noche no dormiría por más de que se recostara, estaría pensando en ellos, deseando que todo saliera de la mejor manera posible.

Pronto las luces de la ciudad y los edificios se hacían cada vez más escasos, al abrir los ojos de vez en cuando se dio cuenta de que cada vez estaban más lejos de la ciudad.