21- Una última

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—Me da miedo —susurró para sí misma.

Miró aquel lugar de manera detenida, los contenedores y aquel edificio a medio construir eran tétricos desde su punto de vista. Se suponía que allí encontraría al líder de Tenjiku, Izana. Y la razón por la cual estaba allí era por las últimas revelaciones, al parecer Izana era medio hermano de Manjiro.

Todo había sido muy confuso para Arima, en la habitación de su difunto hermano, Shinichiro, fueron encontradas una serie de cartas, al parecer Izana tenía comunicación con él, en el tiempo en el cual vivía, más nunca conoció a Manjiro.

Y más confuso aún, ante esta situación Emma recordó que tenía un medio hermano, por más de que sonara increíble de verdad había olvidado que tenía un hermano. Manjiro sin embargo parecía querer cancelar todo, no quería pelear contra su hermano y Arima en realidad admiraba eso, pero Izana no daría el brazo a torcer.

Todo era confuso.

Pero al parecer la razón por la cual Tenjiku había atacado es para vengarse de Manjiro, de toda la atención que tuvo por parte de Shinichiro mientras Izana no tuvo tanto de ello, o al menos eso había entendido, lo importante era que había jurado matar a Manjiro.

Y estaba enojada, bastante enojada ante la situación ya que no comprendía por qué quería matarlo por una razón así, Izana ya no era un niño, era alguien incluso mucho más adulto que ellos, era hora de que razonara.

Así que ahora estaba allí, frente a la base de Tenjiku esperando encontrarlo y tratar de hacerlo razonar, confiaba en que lo lograría.

—¿Qué haces aquí? —escuchó susurrar cerca de su oído.

Se alejó con rapidez debido al susto, volteando a encontrar al mismo chico de trenzas hace días atrás, por lo que recordaba se llamaba Ran.

— Eres tú.

—¿Me extrañabas?

—Eh, ni siquiera te conozco.

—Ran Haitani, para que sepas —volvió a caminar, pasando a su lado.

Exacto, él estaba con Tenjiku, podría servirle.

—¡Espera! —sostuvo su brazo, ganándose una mirada despectiva de su parte, soltándolo con rapidez —Quiero pedirte ayuda con algo.

—¿Qué te hace pensar que te ayudaré?

—El otro día dijiste que te agradaba, no pierdo nada intentando, Run.

—Ran. Es Ran —frunció el ceño.

—Lo sé, lo sé, perdón. Lo que quiero pedirte es que me presentes frente a Izana.

—¿Izana? ¿Acaso quieres morir?

—No, solamente quiero hablar con él, no puede seguir esta guerra con Mikey.

—Me agradas, pero pienso que eres bastante tonta si de verdad crees que lo lograrás.

—No pregunté tú opinión, te estoy pidiendo que me lleves junto a Izana.

—Uh, que mandona. Ven vamos, te llevaré por que pienso que será divertido.

Caminaron hasta dentro de uno de los edificios a mitad de construir, varios hombres estaban allí. Le recordó a la vez que entró al escondite de Vallhara, pero si comparaba ambas cosas esta vez sentía aún más peligro rodearla, todas esas miradas la escaneaban.

—Miren lo que me traje conmigo —anunció Ran, entrando a uno de los salones.

Aquel mismo chico con anteojos del otro día la miró como si fuera lo más raro que vio nunca, a su lado estaba otro quien tenía una cicatriz cruzando su rostro quien apenas la miró, y otro chico de cabellos negros que anteriormente le pareció haber visto en Toman. Pero a su lado también estaba otro de piel más morena y profunda mirada violeta. Un escalofrío la recorrió, creía reconocerlos, eran antiguos miembros de Toman desterrados luego de la muerte de Baji Keisuke debido a conspiración.

¿𝘛𝘶́ 𝘛𝘢𝘮𝘣𝘪𝘦́𝘯? ━━━━ 𝘔𝘢𝘯𝘫𝘪𝘳𝘰 𝘚𝘢𝘯𝘰 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora