¿𝘛𝘶́ 𝘛𝘢𝘮𝘣𝘪𝘦́𝘯? ━━━━ 𝘔𝘢𝘯𝘫𝘪𝘳𝘰 𝘚𝘢𝘯𝘰

22- Un vacío

—¿Alguna vez estuviste en un cementerio?

—En realidad no. Nadie de mi familia murió aún.

Manjiro solo sonrió mientras seguían caminado por los pasillos del cementerio, como caracteriza a aquel lugar, había un ambiente de silenció y tinte lúgubre. Siguieron así hasta llegar a la tumba de Shinichiro, le harían una visita antes de la pelea que sería esta noche.

Desde lejos se veía como también estaban allí Takemichi junto a otro chico rubio, parecían visitar también el lugar, Arima sonrió ante eso, le gustaba ver que los amigos de Manjiro estuvieran allí para apoyarlo.

Emma también estaba junto con ellos, habían venido juntos hasta allí, pero ella estaba distraída mirando el lugar, hasta que Arima sintió como se aferraba a su brazo.

—Mira atrás —pidió.

Hizo lo que pidió, volteando, su expresión cambió totalmente al ver allí viniendo al chico de cabellos plateados del día anterior, Izana. Seguía dándole algo de miedo después de su encuentro el día anterior.

Gracias a los cuidados y algo de maquillaje por parte de Emma, Manjiro no había visto las ahora pequeñas marcas en su cuello debido a su agarre. No quería que lo supiera, ella quería reconciliarlos no verlos pelear más aún.

Manjiro también lo vio y se acercó a él mientras Arima intercambió una mirada con Emma.

—Vaya... hermanos, ¿también están aquí visitando la tumba? —preguntó Izana en tono casi amistoso.

—Takemichi, aleja a Emma y Arima de aquí —pidió Manjiro.

Emma caminó sin más al lado de Takemichi, la mirada de Manjiro se quedó en Arima, quién no se había movido, solo se había aferrado a la chaqueta del chico sin intención de soltarlo.

—No es bueno que estés solo, estaré contigo, no iré.

Su ceño se frunció un poco, iba a pedirle de nuevo que se vaya pero la burlona risa de Izana los distrajo, ambos mirando hacia él.

—Hoy a las 8 pm ven al séptimo muelle de la bahía de Yokohama con toda tu pandilla. Es la pelea final entre Tenjiku y Toman. Todo tiene que terminar, ¿no crees Mikey?

Él no respondió, solo mantuvo su mirada en Izana, que ahora miraba hacia la chica.

—Tengo de decirte algo. Dijiste el otro día que tenía un par de hermanos, te aseguro que ya solo queda uno.

Manjiro la miró un tanto confundido, no sabía a que se estaba refiriendo Izana con decir «el otro día», y Mientras él pensaba en eso ella trató de buscar el sentido a sus palabras.

Ya solo quedaba un hermano...

Emma.

Sin ser consciente de sus acciones corrió por aquel largo pasillo pasando por las tumbas mientras trataba de correr más rápido aún, sentía también como otra persona corría tras ella, suponía que era Manjiro pero lo ignoró, le parecía escuchar que decía algo para ella pero no supo que era ya que sus sentidos habían sido bloqueados.

Solo quería salir de allí y llegar hasta donde estuvieran Emma y Takemichi para ver a su rubia amiga con aquella sonrisa tan hermosa dibujada en sus labios.

Deseaba borrar esa idea que la había hecho comenzar a correr. Deseó estar equivocada en ese pensamiento.

Y cuando al fin paró de correr todo se volvió bastante lejano de un momento para otro. Vio a Takemichi arrodillado al lado de Emma quien estaba en el piso, también escuchó un lejano sonido de motocicleta. Sintió a Manjiro a su lado mas no reaccionó a nada, su mirada seguía clavada en aquella escena frente a ella.