39-¿Tú También?

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Su mirada chocó con un color casi marrón. Su mente trabajó de inmediato, confundiéndola. Recordó a Manjiro así que se puso de pie de un salto, pero soltó un agudo quejido de dolor al apoyarse en su pierna izquierda, además del mareo que tuvo debido a levantarse tan repentinamente.

Reconoció que estaba en un cuarto, anteriormente acostada en una cama. Lo reconocía todo ahora, estaba en la base de la Bonten.

—Mikey...

Ignoró su dolor y desconectó la aguja clavada a su mano, para caminar se sujetó a uno de los muebles, el dolor en su pierna aumentó, pero debía encontrar a Manjiro.

Sosteniéndose por los muebles y pared logró llegar hasta la puerta, suspiró debido al dolor. Abrió la puerta encontrándose con el pasillo, nunca creyó extrañar tanto ver esa vista que siempre tenía todos los días, la manera en que se veía la mansión de la Bonten.

—¡Mikey! —gritó.

Vio a Ran al final del pasillo, quien corrió hacia ella, sujetándola.

—Suéltame Ran, debo buscar a Mikey.

—Arima tranquila.

—¡No estoy tranquila! Mikey murió... Mikey murió yo lo sé, yo lo vi, él...

—Mikey no está muerto.

Lo había visto en el piso, con aquella herida en el pecho, y ahora Ran decía que no había muerto, su corazón comenzó a latir con fuerza.

—Llévame con él, por favor Ran.

Se agachó un poco para así tomarla en sus brazos y caminar con ella —Tienes una herida de bala en el muslo y estas muy débil, no puedes estar caminando.

—¿Cómo llegamos hasta aquí? ¿Qué sucedió después?

—Te lo diré, pero ahora entra a verlo.

Abrió la puerta de uno de los cuartos, entrando y dejándola sentada al borde de la cama, mientras el se alejó para recostarse en la pared.

Mikey estaba en aquella cama, varios circuitos se conectaban a él, quien estaba inconsciente y bastante pálido.

—Mikey... —susurró mientras las lágrimas se acumularon en sus ojos —¿Ran qué sucedió?

—Luego de que tu mataras a Erick y anunciaras la victoria de Bonten, los de Yamagawa se rindieron, después de todo ya no tenían a su líder.

Hasta ahora había olvidado el asesinato que cometió —¿Y luego?

—Los sacamos a ambos de allí, llegamos hasta aquí y Camila los atendió, tu estabas débil y perdiste mucha sangre. Manjiro estaba aún más débil que tú, perdió mucha más sangre y su herida es más grave que la tuya.

—¿Vivirá? —preguntó con miedo.

—Camila dijo que no hay muchas probabilidades, el tiro dio en un punto vital, ella no puede hacer nada.

—Llevémoslo al hospital.

—Tenemos el mismo equipo aquí. Sabes del talento de Camila y las demás, no habrá diferencia en el hospital, además somos la mafia, Arima.

—¡Ran no puedo perderlo!

Las lágrimas desbordaron sus ojos, sollozó mirando a Manjiro, quien seguía sin conciencia, no sabía que sentir más que dolor, no quería verlo así y no podía soportar la idea de que podía perderlo.

—No podemos hacer nada, nada más que esperar que suceda un milagro.

—No... el debe vivir, no podemos depender de milagros.

¿𝘛𝘶́ 𝘛𝘢𝘮𝘣𝘪𝘦́𝘯? ━━━━ 𝘔𝘢𝘯𝘫𝘪𝘳𝘰 𝘚𝘢𝘯𝘰 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora