Quedaron ambos despiertos aquella madrugada, luego de volver junto con Manjiro a su casa, ninguno de los dos tenía ánimos para comer, así que fueron a su cuarto, tampoco se creían capaces de dormir, pero sin hablar tomaron una manta y se sentaron justo en medio de la cama, doblando sus piernas, cubriendo sus hombros y espalda de ambos con la manta, mientras que como la cama estaba cerca de la vista a una ventana, simplemente quedaron sentados allí, mirando las gotas caer, junto a la fría brisa que ingresaba de vez en cuando.Las gotas caían lento, mientras ellos apoyaron su cabeza en la del otro, seguían sin decir nada, ya que ninguno de los dos creía poder expresarse con palabras en estos momentos.
Mas Arima sintió como los dedos de Manjiro se entrelazaban con los suyos, se separó un poco de él para mirarlo algo desconcertada, él siguió con lo que hacía, y levantó sus manos entrelazadas a la altura de su mirada para decir:
—Hace ya bastante tiempo me dijiste que entrelazabas tu mano con la mía en señal de que no estaba solo, que te tenía a ti... supongo que es lo mismo, pero dicho por mi, Tampoco estás sola, Dulce, estaremos juntos.
Hubiera llorado, de no ser por que sentía los ojos completamente secos, así que sonrió para después asentir. Llevo una de sus manos a su mejilla, volteando un poco su cuerpo hacia el suyo, sintió sus manos en su cintura, mientras sus ojos se buscaron, como si tratarán de ver algo reflejado en los ojos del contrario, vieron algo, pero ninguno de los dos pudo saber si era exactamente lo que buscaban ver.
Mientras sus rostros se acercaron, sus ojos quedaron cerrados justo al momento de sentir el rozar de sus labios, sin prisa y lento, como si disfrutaran cada pequeño rose, mientras enredaba sus brazos en su cuello, para así pasar sus dedos por sus rubios cabellos, mientras sentía como él se aferraba con fuerza a su cintura, no lo culpaba, tal vez aquella era la fuerza con la que ambos se aferraban él uno al otro, no físicamente, pero si de manera sentimental.
Terminaron separando sus labios para juntar sus frentes, rozando ligeramente sus narices, las cuales estaban frías debido a la brisa en la ventana, haciéndolos reír por lo bajo, dándose un último pico.
Las cosas no cambiaron mucho después de eso, lo único que cambió fue que de vez en cuando, sus miradas se volvían nostálgicas, luego parecían olvidarlo, para mirarse una vez más con normalidad.
Una parte suya estuvo tranquila cuando Manjiro, una semana después, fue junto a los chicos de la Toman para así enterrar una capsula del tiempo, para ella significaba que seguiría al lado de ellos, pero al mismo tiempo le era confuso, ya que recordaba como le había dicho que volvería al mundo de las pandillas.
Tal vez desistió de la idea —pensó.
Pero también era muy poco probable, cuando Manjiro tenía una idea o tomaba una decisión difícilmente desistía.
Mientras ella también decidió tomarse un poco de tiempo libre, saliendo con Hinata a hacer unas compras.
—Tal vez todo sea más tranquilo ahora que se disolvieron las pandillas —mencionó Hinata, tomando su malteada.
—Esperemos que sí, pero de todas maneras, quedaron bastantes marcas a través de todo lo que a sucedido —dijo también, girando el popote de su malteada en su interior, mirándolo desganada, se arrepentía de haber pedido uno de vainilla y no de frutilla.
Antes de ir a comprar, primero decidieron desayunar en una cafetería, el ambiente allí era agradable, no habían muchas personas, y una suave melodía sonaba en el ambiente, un detalle agradable por parte del lugar.
—Tienes razón —susurró —Pero podemos superarlo poco a poco.
—Claro —sonrió —¿Qué piensas hacer a partir de ahora?
ESTÁS LEYENDO
¿𝘛𝘶́ 𝘛𝘢𝘮𝘣𝘪𝘦́𝘯? ━━━━ 𝘔𝘢𝘯𝘫𝘪𝘳𝘰 𝘚𝘢𝘯𝘰
FanfictionArima Inoteka es una joven que siempre había buscado algo en su vida, no sabía qué de manera concreta, pero sabía que algo faltaba. No tuvo una vida de carencias, tuvo una familia a su lado, más no era suficiente para ella, estaba en busca de algo q...