12- No estás solo

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Era la tercera vez que la llamada era derivada al buzón de voz, un suspiro pesado abandonó su garganta, no era normal aquello, Manjiro siempre contestaba, siempre.

Dio un par de pasos por el asfalto debido a su nerviosismo para esta vez marcar a Emma, llevó el móvil a su oído mientras seguía dando pasos nerviosos. Había salido a la calle frente a su casa, no quería arriesgarse a que alguien la escuchara. Misteriosamente ambos de sus padres habían llegado temprano del trabajo. Solo fue una hora antes, de todas maneras, sospechoso.

Lo había llamado desde el medio día, no contestó ambas llamadas así que desistió, podría estar ocupado, tal vez el enfrentamiento contra Vallhara aún no había terminado, decidió tranquilizarse, todo estaría bien.

Sí... todo, debía ser así ¿no?

Pero a partir de allí pasaron los minutos que fueron convirtiéndose en horas, el cielo comenzaba a tener la penumbra nocturna, y la idea de que era imposible que una pelea entre pandillas aún no terminara se hacía mucho menos creíble que lo era en el principio. Una sensación angustiante comenzó a hacerse presente en su pecho, algo le decía que había terminado mal.

Frustración y un tanto de impotencia, esos eran los sentimientos en ella en estos momentos, deseaba correr a donde sea que estuviera Manjiro, correr y buscarlo, sin detenerse hasta encontrarlo, Manjiro no era de los que desaparecía de la nada a no ser que estuviera tomando una siesta, lo cual tampoco era una desaparición completa ya que siempre estaba Ken o Emma junto a él y contestaban su teléfono.

Algo debió haberlo lastimado más de lo debido.

¿Arima? —escuchó la voz de Emma, la cual era acompañada con un sollozo final.

—Emma... ¿que te sucede? —preguntó en apenas un hilo de voz, sus pasos nerviosos en el asfalto habían parado, ahora lo reemplazaba la angustia que no dejaba que se moviera.

La pelea contra Vallhara... Se salió de control... Y Baji ha muerto.

No dijo nada, no respondió con ninguna palabra, solo trató de asimilar lo que había dicho. El enfrentamiento no debía ser algo serio, Manjiro se lo había explicado, un enfrentamiento entre dos pandillas no implicaba peleas a muerte, era cuestión de dejar noqueados a los adversarios, había pandillas que recurrían a matar a los adversarios pero ellos no harían eso... ¿entonces?

—¿Necesitas que vaya a verte? ¿Mikey esta contigo? —preguntó ya varios minutos después, su voz parecía haber vuelto.

No vengas, si puedes solo ve a buscar a Mikey, dijo que quería estar solo, pero apuesto a que necesita a alguien.

—¿Donde está? Iré a donde sea.

Te enviare una dirección, que no te de miedo en lugar. Hablamos más tarde.

—Está bien, pero también quiero que tu estés bien, Emma.

Tranquila, estoy con los chicos y Draken, solo ve por él.

—Bueno, hablamos luego, te quiero.

Dejó el teléfono en su bolsillo y miró hacia su casa, podía solo irse pero sabía que probablemente creerían que desapareció y habría problemas serios para ella. Además, pronto sería de noche y haría algo de frío, necesitaba una chaqueta.

Corrió hacia la puerta para abrirla, sabía que en la entrada estaba una de sus chaquetas, la agarró para después gritar desde allí:

—¡Debo irme! ¡Emma esta desaparecida, iré a ayudar a buscarla!

Escuchó los pasos apresurados de ambos de sus padres acercarse, probablemente harían varias preguntas y no tenía tiempo para crear una mentira más decente y responderlas, volvió a cerrar la puerta para gritar desde afuera:

¿𝘛𝘶́ 𝘛𝘢𝘮𝘣𝘪𝘦́𝘯? ━━━━ 𝘔𝘢𝘯𝘫𝘪𝘳𝘰 𝘚𝘢𝘯𝘰 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora