¿𝘛𝘶́ 𝘛𝘢𝘮𝘣𝘪𝘦́𝘯? ━━━━ 𝘔𝘢𝘯𝘫𝘪𝘳𝘰 𝘚𝘢𝘯𝘰

19- En picada

Miraba desde lejos aquella escena, la reunión de emergencia por parte de la Toman se estaba llevando a cabo, no podía escuchar lo que decían desde allí pero de igual manera prestaba atención. Suspiró mirando a la rubia a su lado.

—¿Cómo crees que termine esto?

—No lo sé —suspiró cerrando sus ojos color miel con cansancio —. Pero pase lo que pase Toman ganará.

—Tienes razón —sonrió —cuando eso suceda todos los chicos festejarán a lo grande supongo —bromeó.

—Nosotras no participaremos pero también debemos festejar, debemos invitar a Hina también y ir de compras como lo conversamos la otra vez por el chat.

—Por supuesto, te comprarás lo mejor en toda la tienda para que Draken te vea aún más hermosa de lo que ya eres.

Sonrió con las mejillas ruborizadas —Y también a ti para que Mikey sonría al verte. Bueno, siempre que te ve sonríe.

Asintió con una sonrisa pequeña asomándose a sus labios, ya había pasado un buen tiempo desde que conoció a Manjiro, su relación iba bien. Pero también se sentía algo confundida a veces, como si todo se volviera confuso y pensamientos fugaces pasaran por su cabeza ya que a veces no comprendía al chico.

—Hina seguramente dirá que exageramos —la escuchó decir con una ligera risa.

—Sí, pero al final será ella quien más ropa compre.

Ambas rieron, olvidándose un rato que frente a ellas era llevada una reunión que decidiría el futuro de sus amigos y que todo a su alrededor iba cayendo, el buen ambiente que hubo por unos días ahora ya no existía, pero por ahora solo eran un par de chicas conversando.

Pero al mismo tiempo Arima se encontraba pensando en varias cosas mientras conversaba.

—¿Cómo se llama la persona que dirige Tenjiku?  —preguntó de manera disimulada, ahora sabía que ese era el nombre de la pandilla.

—Izana Kurokawa.

—Entiendo.

—¿Por qué preguntas?

—No lo sé, solo preguntaba.

La reunión se dispersó, había terminado al parecer, todos caminaron hacia sus motocicletas para irse de allí, Emma se despidió para ir junto con Ken, mientras Arima fue junto a Manjiro

Lo miró, hablaba aún con unos chicos de la pandilla, tenía un semblante tranquilo junto una sonrisa a labios cerrados, sabía lo que significaba, le estaba afectando todo esto.

Y ahora que lo pensaba; ¿en qué momento fue?

En que punto las cosas habían salido de control. Cuándo fue que ocultaba lágrimas con sonrisas falsas las cuales gritaban auxilio. Cuándo fue que su negra mirada se convirtió en sinónimo de oscuridad y no de un par de perlas negras en los cuales podía verse reflejada.

¿Cuándo fue que todo eso pasó?

Se sentía inservible, no podía hacer más que consolarlo y no era suficiente, no, no lo era, no para ella, quería hacer algo más. En la pelea contra Vallhara había sido inútil, la pérdida en esa ocasión fue inminente para Manjiro y ella no había podido hacer nada. Ahora era Tenjiku, debía hacer algo, cualquier cosa, pero quería ver a Manjiro sonreír.

Sonreír de manera risueña y cautivadora, que sus ojos consiguieran algo de brillo, que no solo tuviera pensamientos distantes, sino riera con sus amigos para después terminarlo todo con alguna broma de mal gusto por parte suya. Era lo que quería para Manjiro, que fuera tan feliz como él conseguía hacerla feliz, sabía que ella no era suficiente para eso, también debían ser sus amigos, por eso debía hacer algo por él, ser útil.