Destiny - YiZhan

Final

Era época de invierno, y una pareja de recién casados tomaban el té en su cafetería favorita. Claro, la relación de recién casados era algo nuevo para ellos, aunque, en el tiempo que se conocían, nunca habían tenido ninguna discuta, hasta querían provocar pequeñas discusiones en las cuales salían riendo y jugando hasta terminar dormidos.

Parecían ancianos cuidando de su relación.

— Aquella vez conocí a unos chicos muy simpáticos. Uno de ellos tenía una enorme panza, supongo que ya ha dado a luz, y el otro creo que está en tiempos — comentó mientras comía un poco de pastel.

— Si mi esposo quiere un bebé, hagamos uno. No me opongo a tener nuestra familia — dejó de teclear para entrelazar la mano con su pequeño esposo, dejó un beso en su dorso y nuevamente volvió la vista al portátil para terminar con aquello de una vez por todas y darle tiempo a su adorado.

— Es que, no es el caso..

— ¿No quieres un bebé entonces? — hizo un puchero.

— Sería una experiencia única, pero llegará el tiempo en que podamos tener nuestra pequeña familia — besó la mejilla del mayor.

— Entonces, ¿me dirías el punto de ésta conversación? — preguntó algo curioso.

— Tiene mucho parecido con Wei-Gonzi...

— ¿No crees que haya sido producto de tu imaginación?.

— Tal vez, pero, sentí dolor y emoción en él.

— ¿Fue inevitable sentir nuevamente aquello?.

— Lo siento, lo siento — soltó una pequeña risita — quise tocar su vientre, pero me dí cuenta que tuvo una perdida antes de él.

— Lian es muy talentoso en sentir a los demás, y yo soy un gran adivino..— apoyó una mejilla en su mano, no sin antes cerrar el portátil — así que, déjame adivinar. Les dijiste el sexo del bebé.

— Se lo dije a Xuan cuando entramos a la tienda, pero fue de charlatán y se lo dijo sin pudor alguno.

— Increíble, es un bocón.

— Ese bebé ya ha nacido. ¿Cómo será el padre? ¿Tendrá algún parecido con Lan?.

— ¿Por qué tanto quieres saber?. Espero no tener que ponerme celoso de Lan.

— ¡Aquí estáis, tortolos!.

— Imaginaré que nunca has llegado. Lian se ve tan hermoso hoy — omitió la llegada del menor, y se centró en su esposo.

— Hua, no es buena educación, pero tú también eres muy apuesto.

— No les hagas caso, Xuan, siéntate y espera a que terminen de empalagarse.

— ¡He, ellos son malos, y tú también, quisiera me das atención!.

— Tendré que pedir unos bocadillos para llenarme, espera, ¿qué decías? — miró de reojo al ojiverde que lo fulminaba con la mirada.

— Ustedes dos terminarán casados.

— No me desees el mal, idiota.

— En fin, adivinad a quienes acabo de ver hace un rato en el parque.

— Eres peor que una vieja chismosa.

— ¡Solo come tus bocadillos y déjame hablar!.

— ¿Viste al joven de aquella vez? — preguntó Xie.

— Es injusto que Ge siempre adivine lo que vemos.

— Dejemos que hagan su vida tranquila. Han pasado por mucho, pero me alegra que tengan una familia hermosa. Estoy seguro que el otro pequeño está gozando de una vida maravillosa con Lan y Wei.