Destiny - YiZhan

35°

Xiao Zhan salió del instituto a toda prisa y con el móvil en mano. Había guardado el número de su amigo. También pensó que todo se trataba de una broma, que su amigo no estaba ahí en Luoyang. Quizá y debía volver a casa, tumbarse un rato y dormir hasta el día siguiente.

— ¡Pero que caderas! ¡Oye, te ha crecido el trasero, dientes! — dijeron de repente.

— ¡ChuYue! — se volvió y le sonrió a su viejo amigo — ¿Cuándo llegaste?.

— Pues....— caminó hasta el azabache y se llevó los brazos a su espalda — llegué hace dos horas.

— Me alegra tenerte de nuevo aquí — abrazó a pelinegro.

— ¡Woah! Me había olvidado lo agradable que es abrazarte — sonrió y estrujó a su amigo contra su pecho — tus ojos...— tomó, con delicadeza, el rostro del azabache — ¿Me dirás lo que te tiene así?.

— No es nada, sólo extraño a mis padres.

— Hablé con el tío Fengmian, le dije iba a cuidar de su bello hijo por una semana.

— ¿Una semana? — jadeó.

— Te dije que tenía trabajo, recién comenzaré el martes, así que no te librarás de mí, dientes.

— Vamos, quiero que conozcas a Nut.

— Oye, ¿y estos chupetones? — sacó el labio inferior y frunció el ceño.

— ¡¿Qué?! — se cubrió la zona donde había tocado su amigo — e-eso...no..

— ¿Hay alguna novia? — arqueó una ceja.

— No...— suspiró — hubo un novio — se sinceró — pero no hablemos de él, has llegado y es lo importante ahora — caminó en dirección a la parada de taxis.

— Es por él que estas llorando, ¿no es así? — preguntó, e hizo detener en seco a su amigo — Xiao Zhan, siempre odié que me digas mentiras.

— Créeme, si ha sido por él, o no, ya lo olvidaré, ahora vamos, te mostraré donde vivo.

— Bien, es un gran inicio — abrazó a su amigo por los hombros — ¿tendremos sexo?.

— ¡Idiota! — rió con ganas y le golpeó el pecho. Su querido amigo no había cambiado en absoluto.

— Cierto, hay una niña en casa, no puede ver nuestras obscenidades — le susurró al oído.

— Te castraré, gilipollaz.

— Bien, pero primero la acción.

Los dos se rieron, conversaron y se golpeaban en ocasiones. Xiao Zhan no se había divertido así desde que Peng ChuYue se había ido a Arizona, éste había decidido irse para poder ejercer su profesión. El azabache tuvo que soportar seis años sin su mejor amigo, ahora que lo tenía de vuelta, no pensaba dejarlo ir tan fácilmente.

— ¿Cuál es su nombre?.

— ChuYue...no quiero...

— Quiero saber que te hizo, tú eres el ser más risueño y hermoso que he conocido, ahora te encuentro deprimido y no ríes mucho — la pequeña gatita gruñó desde el sillón, y ChuYue tuvo que levantarse y quedarse frente a Xiao Zhan, que se mordía el labio con saña.

— Es Wang Yibo, terminamos hoy..— tragó la saliva — sé que no debo llorar, pero...pero...

— Ven aquí.

Xiao Zhan se abrazó fuertemente al pecho de ChuYue. Derramó sus lágrimas, enterró su rostro y olfateó el perfume que emanaba su amigo. Era un olor agradable, pero también era fuerte y le hacía provocar náuseas, pero no era momento para ir y devolver lo poco que había en su estómago.