72°

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Ya en la fiesta de ceremonia, todos gozaban y felicitaban al nuevo matrimonio. Xiao Zhan entendió que su hermana no podía estar ahí ya que había dejado solo a Zixuan con el auto. Es más, también entendió que Xichen les estuviera ayudando con el tema.

Wen Qing quería esperar un poco más para que pudiera ir junto a su hermano y los niños hacia el departamento del matrimonio. Jin Ling tenía el entrecejo arrugado, observando a la gente a su alrededor, y más al reconocer a SiZhui que bailaba en la pista de baile junto a Wen Ning.

Madame Yu se mantenia al lado de la doctora, a pesar que quería cargar a su nieto, éste empezaría a llorar y no quería un alboroto, o berrinches en ese momento. No quería arruinar el momento. Así que simplemente se dispuso a beber un poco de vino.

Los mayores estaban en una esquina conversando sobre negocios y temas no tan importantes. Cada uno con una copa en mano y riendo en ciertas ocasiones. También, divisaban a sus hijos que, reían sin parar, al menos el azabache, y Yibo negaba seriamente pero soltaba pequeñas sonrisas.

A la hora de cortar el pastel, Xiao lo hizo tan rápido gracias a su hambre, y siempre posando para las fotos de Alice. Desde que ésta había entrado a la iglesia, no dejaba de presionar el botón de su cámara. Supuestamente, llenaría un álbum de bodas.

Ya eran las once de la noche, todos estaban sentados en sus respectivas mesas y degustando la sabrosa cena. En especial, Xiao Zhan, hubo acabado su propio platillo y, su ahora esposo, le daba del suyo. Todo para que el bebé y su azabache se alimentaran.

— ¿A qué hora irán al hotel? — preguntó Dereck.

— En una hora — respondió Yibo.

— Id con cuidado, debeís cuidarse en todo momento — recordó Madame Yu.

— Que lastima, esposo mío. Hoy no habrá nada de acción — Xiao hizo un puchero.

— ¿Quieres dejar de decir estupideces aquí en la mesa? — Jiang Cheng tenía un tic en el ojo gracias a su querido hermano. Era impresionante el hecho de que no dejara de ser un pervertidos, aún si tuviera invitados delante de él.

— A-Cheng, debes estar acostumbrado, no lo reprendas ahora — musitó Wen Qing en voz baja. — Por cierto, A-Ning y yo debemos ir con los niños para que puedan descansar — señaló a SiZhui quién dormía en las piernas de Yibo.

— Hmn, os llevarán a casa. Song Lan y Xingchen irán mañana temprano para poder ayudar en lo que haga falta. Ahora tuvieron que despedirse porque A-Qing no dejaba de llorar.

— Yo...llevaré a SiZhui — Wen Ning se acercó un poco temeroso, pero estiró sus brazos para cargar al pequeño.

Los hermanos se llevaron a los niños, después de eso, sólo se dedicaron a conversar cosas triviales hasta que fuera la hora de despedir a los esposos. Tanto Yibo como Zhan estaban tristes por no poder amarse como solían hacer casi todas las noches, pero disfrutarían el momento juntos.

...

Zhan se encontraba dormido entre los brazos de su esposo. Había sufrido para acomodarse en ese tortuoso viaje, pues su trasero estaba algo adormilado, y su panza no le dejaba acomodarse tanto como él quería, pero al fin hubo encontrado una posición donde los brazos del castaño le servían como almohada. No habían querido salir del país puesto a que si ocurría alguna emergencia, ellos debían estar ahí tan pronto como podían.

Además, los hoteles de la ciudad, o un poco fuera de ella, eran tan cómodos y podían disfrutar cuanto más querían. Tampoco es que fueran a hacer muchas cosas. No como cuando fue el cumpleaños del azabache. Pero eso no quería decir que ese momento era irrelevante.

Destiny - YiZhan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora