Destiny - YiZhan

62°

Desde que habían vuelto del hospital, Zhan no se hubo levantado de la cama nada más que para cocinar o ir al baño, aunque Yibo se había encargado de preparar el desayuno y la cena, ya que la universidad lo tenía muy ocupado, pero podía entender que su novio no estaba pasando un momento muy agradable. Él tampoco, no estuvo bien desde que se enteró sobre la muerte del bebé, mas tuvo las fuerzas y el valor para superarlo, y así poder ayudar a su bello novio.

Xiao Zhan pensó en toda esa semana, tuvo el tiempo necesario para superar ese mal momento de su vida. Debía ser fuerte para los dos hombrecitos que cada día lo miraban con preocupación. No era justo para ellos. Así que se levantó de la cama y fue directo al baño, pues necesitaba una larga ducha, relajarse y así comenzar una nueva semana, sin tristeza, y sin culpas.

— Que horrible estoy — dijo al salir de la ducha. Su rostro estaba pálido, delgado y con ojeras — ¿Qué tipo de momia viviente soy? — su cuerpo estaba en lo mismo. ¡Parecía un anoréxico! Bueno, exageraba un poco, pero no era agradable verse al espejo en esas fachas.

Sacó la crema hidratante y la esparcido por todo su torso, brazos, piernas, trasero y cuello. Después, cepilló muy bien sus dientes, sacó otra crema para el rostro y lo untó. Mucho mejor. ¿Cómo era posible que su novio haya podido dormir a su lado? Era un misterio de Wang Yibo.

Lavó la pijama que no se hubo quitado en toda esa semana, salió de la lavandería y fue directo a buscar a su hijo, pero no estaba en su habitación, ni en la sala, ni mucho menos en la habitación de invitados, mas lo halló en la terraza. Que idiota, hubiera buscado por ahí en primer lugar y ahorrarse un susto.

— ¡Y el Capitán América salvó nuevamente a la princesa Nut! — exclamó el pequeño — ¡Mi héroe, mi héroe! — le inventó una voz femenina a Nut — ¡Jo, jo, no hay problema, mi bella princesa gatuna!.

— SiZhui — llamó y se acercó lo más que pudo hasta su hijo.

— ¡Mamá! — dejó sus juguetes a un lado, para luego saltar a los brazos del azabache — ¡Te extrañe, en la cena, en el desayuno! — sollozó contra el pecho del mayor — ¿Fue mi culpa? Perdón, mami, no quise...hacer que te...sientas mal, perdón.

— Nada ha sido tu culpa, al contrario, por tí, y por papá Bo, estaré más que bien.

— Igual, te extrañé mucho — le repartió besos en todo el rostro a Zhan — papá y yo hicimos las compras..para...la dispersa, nevera y para Nut — le informó.

— ¿Dispersa? — sonrió — querrás decir: despensa.

— ¡Mmn!.

— Bien, vamos a hacer un delicioso desayuno, un agradable almuerzo y una cena deliciosa para los cuatro.

— ¡Sí! ¡Nut, Nut, mamá está bien! ¡Vamos a comer rico!.

Zhan revisó todas las compras que realizó su novio junto a su hijo. No se esperó a encontrar todo repleto, con yogurt de varios sabores, los cereales del pequeño, pastas, y todo lo que se le hubiese ocurrido comprar al castaño. Hasta la nevera estaba repleta de cosas.

— Mi bello Bo-di — negó, y escogió lo que haría para el almuerzo de esa misma tarde.

Extrañó hacer sus deberes, cocinar y mimar a su pequeña familia. Y lo que más extrañaba era hacerlo todas las noches con su novio. Quería sentir su cuerpo, besar aquel abdomen marcado, marcar con sus uñas la espalda formada de su novio, sobretodo, sentirlo dentro. Quizá esa noche tendrían algo de acción.

— ¡Mamá, hoy jugaremos con mi patrulla canina! — SiZhui entró a la cocina, con cierta alegría.

— ¡Hoy será noche de juegos! — le dijo del mismo modo y le entregó el cuenco con frutas picadas.