Destiny - YiZhan

69°

5 meses después.

— Venga ya, no es para tanto...— Jiang Cheng rodó los ojos y bufó. — Es que ambos haceís dramas por nada, tampoco es que esteís gordos...

— Eso lo dices porque aún no te crece la panza..— refutó el azabache que, estaba cambiando de traje a cada momento. Posiblemente las dependientas de la tienda ya estaban hartas de él, pero ya no era su culpa. Quizá debió acceder a la idea que tuvo Song Lan, el de casarse a los cinco meses y así no tendría mucho problema en ocultar su barriga de ocho meses.

— ¡A callar! Llevo sólo dos meses, y sé que mi hijo no se hará notar tanto como el tuyo... — se acercó al menor, y le observó detenidamente. — A puesto que son dos, sólo mirad esto...— le dijo a Xiao Xingchen que tenía dormida a su bebé entre sus brazos.

— O quizá sólo está regordete y esponjoso, ¿te imaginas eso? — sonrió con ternura. — Sería algo...

La campanilla sobre la puerta los hizo callar y observar al par de amigos que iban entrando. Uno que les regaló una sonrisa en cuando vio a la bebé y más que todo a Xiao Zhan que correspondió de igual manera. El otro, por su parte se entretuvo con una dependienta y señaló a su compañero, al parecer, indicándole sus medidas.

— ¡Que maravilla, va a tener un bebé! — dijo el joven que era más charlatán que el otro. — que monadas, apuesto a que es un varón, ¿lo será, cierto? — le preguntó a Xiao — ¿tú qué dices...? —  sus palabras quedaron al aire cuando ya no vio a su compañero. — ¿Por qué siempre lo pierdo? — se preguntó a sí mismo por lo bajo.

— Eh, aún no lo sabemos..— interrumpió los pensamientos del joven castaño — de hecho, queremos que sea una sorpresa...

— Venga, que sea una apuesta...— le extendió la mano al azabache que lo miraba confundido, pero rápidamente se acercó y estrecharon las manos.

— Trato hecho.

Todos fueron interrumpidos por el amigo del desconocido que pasaba a verse a un gran espejo. Tenía las mejillas sonrojadas, y carraspeó para que su compañero se acercara.

— ¿Qué tal me veo? — les dedicó una sonrisa a los presentes.

— Definitivamente le encantará verte así, como todo un príncipe — le guiño un ojo a su amigo.

— ¡Te ves increíble! — exclamó Xiao Zhan.

— Muy apuesto — halagó Xiao Xingchen.

— Nada mal, nada mal, ¿Cuál es tu nombre? — preguntó Jiang Cheng.

— Oh, disculpad nuestros modales, él es...

— ¡Espera! — irrumpió — ¿no crees que es mejor mantenernos en el anonimato? — bromeó.

— Pero...— iba a pronunciar el nombre de su compañero, mas la risa de éste lo detuvo — muy bien, Ge-ge, vamos, debemos...— sacó una lista de uno de sus bolsillos — debemos comprar muchas cosas. Ellos seguramente están preocupados.

— No los hagamos esperar entonces — dijo con delicadeza.

— Uh, por favor, queremos este para el domingo.

— ¿Ocho meses exactos? — el individuo se acercó a Xiao Zhan.

— ¿Cómo es que lo sabes? — sonrió, acarició su panza y asintió. — ocho meses exactos, en poco tiempo éste bebé ya estará con nosotros.

— Ge, ¿verdad que será un varón?.

— Varón o mujer, será amado...— hizo ademán de tocar pero se detuvo — si lo toco, pateará mucho...— rió.